Estas 4 plantas medicinales ayudan a limpiar los riñones
Algunas plantas medicinales tienen propiedades depurativas que te ayudan a eliminar toxinas, regular la presión arterial y proteger tu salud renal.
Los riñones son órganos vitales que eliminan desechos, exceso de líquidos y ácidos del cuerpo. Si padeces una enfermedad renal, las plantas medicinales pueden ser una gran ayuda.
Estas plantas medicinales son especialmente conocidas por su ayuda depurativa para mantener el equilibrio crucial de agua, minerales y sales en la sangre.
La Clínica Mayo sugiere que hay factores de riesgo, como la diabetes, la hipertensión, el alcoholismo, las enfermedades cardíacas y la obesidad, que pueden elevar las probabilidades de padecer enfermedades renales. Con el tiempo, estos riesgos son propensos a empeorar.
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Las plantas medicinales han sido utilizadas durante siglos para tratar diversas dolencias, incluyendo las relacionadas con los riñones. Sin embargo, su uso en la salud renal requiere un enfoque equilibrado.
Las plantas medicinales pueden ser un complemento útil en el cuidado de la salud renal, siempre que se utilicen con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud.
La investigación científica continúa explorando sus potenciales beneficios y riesgos, para brindar un enfoque cada vez más preciso y seguro en su uso. A continuación, una por una las hierbas más favorables para el cuerpo.
Esta arbusto, conocido en términos científicos como Equisetum arvense, es reconocido por su riqueza en minerales. Su capacidad para abordar problemas como retención de líquidos, infecciones urinarias y pérdida de control de la vejiga, la hace única entre las alternativas.
Además, estudios recientes han demostrado su eficacia en el tratamiento de hemorragias, vómitos, afecciones vesicales, cálculos y otras afecciones.
En tanto, cuenta con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, haciéndola especialmente popular entre los deportistas, ya que favorece la regeneración de piel, huesos y músculos, así como facilita el proceso de cicatrización.
Se sugiere consumirla mediante infusiones, recomendándose un máximo de tres tazas al día. La preparación implica hervir agua y agregar entre 15 gramos de la planta por cada litro.
Se trata de la achicoria amarga, una maleza comestible que posee diversas propiedades medicinales. Sus componentes activos incluyen inulina, ácidos fenólicos, taraxacósido, taraxacina, fitosteroles, mucílagos y sales minerales. En las hojas, se encuentran flavonoides, cumarinas, y vitaminas B y C.
Esta planta se caracteriza por sus propiedades desintoxicantes y laxantes, lo que contribuye al proceso digestivo y ayuda en la eliminación de toxinas del organismo.
Además se destaca por su contenido de hierro, calcio, magnesio y potasio, actuando como aliados efectivos para prevenir la formación de cálculos renales y afecciones en la vesícula.
El diente de león puede consumirse tanto crudo en ensaladas como cocido como complemento en los alimentos. También se lo puede preparar en una infusión, aunque se aconseja no exceder las tres tazas diarias.
Esta hierba de origen europeo se destaca por su capacidad de eliminar toxinas. En tanto, exhibe acciones hipoglucémicas, analgésicas, antiinflamatorias y diuréticas.
Estas características la convierten en una opción para la prevención de la diabetes y la hipertensión arterial al reducir los niveles de glucosa en la sangre.
Además es rica en vitamina K, que interviene en la coagulación de la sangre y la salud ósea; vitamina A, vital para la salud ocular y el sistema inmunitario; ácido fólico, imprescindible para el crecimiento y el funcionamiento de las células y los glóbulos rojos; y C, que, además de mantener el sistema inmune en buen estado, tiene poder antioxidante e interviene en la producción de colágeno, una sustancia necesaria para la cicatrización de las heridas, y la absorción del hierro.
El Apium graveolens, no solo aporta un toque fresco a nuestras ensaladas, sino que también esconde un sinfín de propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
Esta humilde planta se destaca por su acción sedante, diurética, laxante, digestiva, depurativa, regeneradora de la sangre, antiinfecciosa y cicatrizante.
Su capacidad para eliminar el exceso de ácido úrico la convierte en un aliado natural para combatir los cálculos renales y proteger la salud del hígado. Además, su riqueza en nutrientes esenciales también beneficia la memoria y el funcionamiento del sistema digestivo.
Con información de El Cronista