La mayoría de nosotros necesita un poco más de agua, pero sí puede abusarse de algo bueno.
Los nutriólogos constantemente nos recuerdan que beber suficiente agua es vital para que nuestros cuerpos funcionen correctamente. Y lo es, a menos de que bebas demasiada. Aunque la mayoría de las personas se preocupan más por deshidratarse, la sobrehidratación es igual de peligrosa.
Beber demasiada agua puede provocar hiponatremia o intoxicación por agua, la cual provoca que el interior de las células se desborden debido a los niveles anormalmente bajos de sodio en el torrente sanguíneo. En casos severos, la intoxicación por agua puede llevar a problemas de salud como convulsiones, coma y hasta la muerte.
Si llevas la botella de agua todo el día e inmediatamente la rellenas cuando se agota, es posible que estés bebiendo demasiada agua. Agregar agua constantemente a tu cuerpo puede reducir los niveles de sodio en sangre, lo que puede hinchar a todas las células de tu cuerpo.
De acuerdo con Tamara Hew-Butler, profesora de ciencias del ejercicio, esto puede volverse particularmente peligroso cuando tu cerebro comienza a inflarse. “Tu cerebro solo puede hincharse entre un 8 y un 10 por ciento antes de llegar al cráneo y empujar el tronco cerebral”, dice Hew-Butler.
La mejor manera de saber si tu cuerpo realmente necesita más agua es ser consciente de si sientes sed o no. “Nuestros cuerpos están programados para luchar contra la deshidratación porque siempre hemos temido a la escasez, así que tenemos incorporados todos estos mecanismos de protección”, dice Hew-Butler.
“La sed es un mecanismo de todos los animales: es el monitor individual de cada cuerpo que le permite saber si necesita más. Entre más agua necesites, más sed tendrás”.
Si estás bebiendo una buena cantidad de agua, el color de tu orina debe ser de pajizo a amarillo transparente. Aunque la mayoría de las personas cree que la orina transparente es un signo saludable de hidratación, carecer de pigmentación en la orina puede indicar que estás bebiendo demasiada agua.
Para la mayoría de las personas, ocho a diez vasos de agua al día es una cantidad normal. Esta sugerencia varía según la altura, el peso y los patrones de ejercicio de cada persona.
Podrías estar bebiendo demasiada agua si a menudo te despiertas a media noche para ir al baño. La mayoría de las personas orinan de seis a ocho veces al día. Si orinas más de diez veces al día, podrías estar bebiendo más agua de la que tu cuerpo necesita.
Para evitar la micción nocturna, bebe tu último vaso de agua un par de horas antes de acostarte para que los riñones tengan tiempo de filtrar el agua a través de tu cuerpo.
Los síntomas de la sobrehidratación se parecen mucho a los de la deshidratación, explica Hew-Butler. Cuando bebes demasiada agua, tus riñones no pueden deshacerse del exceso de líquido y el agua comienza a acumularse en tu cuerpo.
Esto puede causar una serie de síntomas desagradables, que suelen incluir náuseas, vómitos y diarrea.
Los dolores de cabeza son una señal de sobrehidratación y deshidratación, similares a las náuseas, los vómitos y la diarrea. Cuando bebes demasiada agua, se reduce la concentración de sal en la sangre y se hinchan las células de los órganos de todo su cuerpo. Cuando tu concentración de sal es baja, las células crecen.
Cuando bebes demasiada agua, tu cerebro se presiona contra el cráneo. Esta presión adicional puede causar un dolor de cabeza palpitante y problemas de salud más serios, como deterioro cerebral y dificultad para respirar.
En muchos casos de hiponatremia, las personas experimentarán hinchazón o decoloración notable en manos, labios y pies. Cuando todas las células de tu cuerpo se hinchan, tu piel lo hará visiblemente.
Aquellos que beben demasiada agua pueden subir de peso de repente, debido a la hinchazón y al exceso de agua en el torrente sanguíneo. Si estás bebiendo más de diez vasos de agua al día y notas hinchazón o decoloración en manos, labios y pies, considera reducir tu ingesta de agua y esperar a confirmar si los síntomas disminuyen.
Tener un cuerpo saludable y en funcionamiento pleno se relaciona con el equilibrio. Cuando bebes demasiada agua, tus niveles de electrolitos disminuyen y ese equilibrio se ve comprometido. Los bajos niveles de electrolitos pueden causar una serie de síntomas desagradables, como espasmos musculares y calambres.
Puedes prevenir los problemas musculares al reemplazar un par de tus vasos diarios de agua simple con agua de coco, que está llena de electrolitos y es 100 por ciento natural.
Tus riñones son responsables de filtrar el agua que bebes y de asegurarse de que los niveles de líquido en su torrente sanguíneo estén en equilibrio. Cuando bebes demasiada agua, tus riñones tienen que trabajar más, creando una reacción estresante que deja a tu cuerpo fatigado.
Si constantemente estás bebiendo agua y levantarte de tu cama es un desafío, quizá estés agregando estrés innecesario a tus riñones.
Tomado de rd.com 9 Signs You’re Drinking Too Much Water
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