El melanoma es un tipo de cáncer que se desarrolla en las células que producen melanina —melanocitos— el pigmento que da color a la piel. Existen varios factores de riesgo que pueden hacer que una persona tenga más probabilidades de padecer melanoma, aunque no significa que padecerá la enfermedad.
1. Exposición a luz ultravioleta
Es uno de los principales factores de riesgo para la mayoría de los melanomas. Las principales fuentes de radiación UV son: luz solar y camas de bronceado.
2. Lunares
Aunque es muy baja la probabilidad, una persona que tiene muchos lunares irregulares o grandes es más propensa a padecer melanoma.
3. Piel muy blanca, pecas y cabello claro
Las personas con estas características, quienes suelen quemarse o llenarse de pecas con facilidad, tiene mayor riesgo.
4. Antecedentes familiares de melanoma
El riesgo de padecer melanoma es mayor si uno o varios familiares de primer grado (madre, padre, hermanos, hijos) han tenido esta enfermedad.
5. Edad avanzada
Es más probable que se presente en personas de edad avanzada, sin embargo, también llega a detectarse en jóvenes menores de 30 años.
6. El melanoma se puede diagnosticar en sus inicios si nos percatamos de los cambios de nuestra piel
Por lo que es importante familiarizarse con tu piel para detectar cualquier nuevo lunar o cambios en los existentes. En las personas en alto riesgo de melanoma, los exámenes de rutina con un dermatólogo son importantes para llevar un control de los lunares y manchas en la piel, así como detectar aquellas nuevas marcas que puedan aparecer en el cuerpo.
Existen tres principales tipos de cáncer de la piel: de células basales (carcinoma basocelular); de células escamosas (carcinomas de células escamosas) y melanoma. Este último, a pesar de ser el menos frecuente, es el más agresivo, peligroso y mortal, según informes de la Asociación Americana de Cáncer.