Mujeres cuentan qué les ayudó contra la endometriosis
Desde hormonas hasta cirugías, pasando por acupuntura y dietas, cuando se trata de endometriosis cada mujer recomienda algo diferente.
Desde hormonas hasta cirugías, pasando por acupuntura y dietas, cuando se trata de endometriosis cada mujer es distinta.
La endometriosis es un trastorno con el cual crece un tejido similar al del útero fuera de éste, causando dolor, sangrados pesados y ciclos menstruales irregulares.
Hasta ahora no existe una cura definitiva; algunas mujeres lo padecen durante años, probando miles de tratamientos para los terribles síntomas. Mary Smith dice que sintió alivio luego de llevar una dieta para disminuir la inflamación.
“Básicamente dejas de comer todo lo bueno: lo que contenga gluten, los productos de cerdo, lácteos, chocolate, café y toda la carne con hormonas”, dice ella.
“Nunca estuve libre de síntomas, pero pasé de tener sangrados cada diez días y tomar anestésicos recetados para los cólicos, a tener un ciclo de 24 días y tomar ibuprofeno. Odiaba pensar en cambiar tantas cosas de mi dieta, pero después de ver cuánto he mejorado, no volvería a comer pan ni aunque me pagaran”.
Mientras que los sangrados, el dolor y los periodos irregulares son los síntomas más comunes de endometriosis, este trastorno también puede causar fatiga, coito con dolor, depresión, inflamación, problemas gastrointestinales y cólicos. Muchos de estos síntomas dependen de dónde esté creciendo el tejido endometrial y de qué órganos esté afectando, lo que quiere decir que los tratamientos estarán focalizados en cada problema de manera individual.
Por esto, a Elizabeth D. tuvieron que quitarle uno de sus ovarios, el órgano con más tejido endometrial. Después de eso, cuenta ella, estuvo un largo tiempo tomando hormonas para evitar que el tejido volviera a crecer. “Así he mantenido mi periodo a raya durante años”, dice. “Estoy muy feliz de haber encontrado algo que me funcionara”.
La infertilidad o los problemas para quedar embarazada son dos efectos comunes y devastadores de la endometriosis. De hecho, muchas veces son la razón por la que las pacientes van al médico –y esto es exactamente lo que le pasó a Melissa O. A ella le diagnosticaron endometriosis después de un embarazo ectópico.
“Me removieron parte del tejido en una cirugía laparoscópica. Después de esto, mi doctor me dio anticonceptivos hormonales para evitar que ese tejido creciera nuevamente”, cuenta ella. Cuando decidió comenzar una familia, dejó de tomarse las pastillas para poder embarazarse y dar a luz a un hijo sano.
Retardar el regreso a las pastillas fue un grave error, dice. “Sé que el tejido ha crecido nuevamente por lo dolorosos que se han vuelto mis periodos en los últimos años –en mis peores días no puedo moverme, beber o comer. Volví a tomarme las pastillas hace casi seis meses y ahora tengo muy poco dolor”.
Para las mujeres que aún quieren tener hijos, las opciones quirúrgicas pueden ser limitantes. Pero los doctores tienen algunos tratamientos hormonales que inhiben el crecimiento del tejido endometrial, o al menos temporalmente. Esta fue la ruta que siguió Kara Phillips antes de tener a sus cuatro hijos.
“A mis veinte años me dieron inyecciones de leuprorelina durante seis meses, esto me causó una especie de menopausia temporal”, dice ella. “Mis síntomas se desvanecieron hasta que estuve lista para embarazarme y, como efecto secundario, aumentó mi fertilidad”. Cuando sintió que su familia estaba completa, Kara decidió hacerse una histerectomía, que no siempre implica la remoción del útero completo.
Este trastorno ataca a una de cada diez mujeres en sus años fértiles. Una de ellas, Susan Schear, sufrió los sangrados, cólicos y dolores durante años, antes de elegir una cirugía. “Me hicieron dos cirugías previas y el tejido endometrial sólo regresaba para vengarse, incluso con pastillas anticonceptivas. Mi vida estaba marcada por el dolor.
El sexo dolía. Orinar dolía. Sentarme dolía. Incluso tuve una apendicetomía porque mi apéndice estaba cubierta con ese tejido. Al final me hicieron una tomografía en la que se veía que mi útero era tan grande como si tuviera dieciséis semanas de embarazo debido a los fibromas y la adenomiosis. Debían retirármelo”, dice ella.
Le hicieron una histerectomía completa, removiéndole tanto los ovarios como el útero, en 2018. “Ahora quiero gritarle a todo el mundo que la vida es maravillosa sin útero ni ovarios”.
La terapia ablativa –una cirugía en la que se usa un láser para remover el revestimiento uterino- es uno de los tratamientos más comunes para la endometriosis. Los cirujanos pueden proceder de diferentes maneras, ya sea usando frío extremo, fluidos calientes, microondas o radiofrecuencias altas. Es un método popular porque requiere poco tiempo y puede suspender o aminorar los periodos durante meses o años.
No puede combatir el tejido que esté fuera del útero, pero ayuda a mitigar el dolor que viene con la endometriosis– por eso la eligió Kim DeBerge. “Recibí terapia ablativa en dos ocasiones, con años de diferencia”, dice ella. “La otra opción que tenía era una histerectomía completa, pero me evité la menopausia temprana”.
Allison Martin tenía diecisiete años cuando fue diagnosticada con endometriosis –algo que agradeció, porque a la mayoría de las chicas de su edad se les ignora en este sentido- muchas pacientes sufren endometriosis diez años antes de ser diagnosticadas. “Tuve la suerte de tener una madre muy insistente; no aceptó un ‘muchas chicas tienen cólicos menstruales’ por respuesta”, dice ella.
Ser diagnosticada a tiempo le permitió tener más opciones para tratarse. “Mi doctor me recomendó un dispositivo intrauterino (DIU) hormonal, me he puesto dos –cada uno dura cinco años- y me han funcionado muy bien. Ya no tengo dolor durante mi periodo”. El dispositivo intrauterino tiene forma de T; se introduce en el útero a través del cérvix. Libera pequeñas dosis de progesterona y puede reducir significantemente los sangrados y dolores menstruales.
Quizá cuando llueve lo último que quieres hacer es salir a caminar, pero podría ser lo mejor para ti, dice María A. “He padecido endometriosis por más de diez años, y solía tomar ibuprofeno directo de la botella. Hace un par de años, un estudio mostró que mi hígado ya no estaba trabajando del todo bien, en parte debido a la cantidad de anestésicos que estaba tomando”, explica ella.
Así, decidió irse por la vía natural. “Ahora, cuando tengo mucho dolor, saco a mi perro a dar un paseo largo o voy a escalar. Estar afuera, en la naturaleza, me distrae del dolor y el ejercicio me ayuda a disminuir los cólicos y la inflamación”.
“No supe que tenía endometriosis hasta que intenté embarazarme y no pude”, dice Jameela K. Por sus síntomas, su doctor sospechó que tenía endometriosis y la agendó para una cirugía de exploración con un laparoscopio. “Durante el procedimiento mi doctor confirmó que sí tenía endometriosis, entonces decidió remover todo el tejido endometrial que vio”, explica.
Eso fue hace un año y ahora sus síntomas son mucho mejores, aunque su doctor cree que el tejido volverá a crecer; ahora ella está intentando con otras cirugías y procedimientos porque todavía desea un embarazo.
Cuando tienes dolor crónico debido a la endometriosis, intentas cualquier cosa sin importar lo extraña que te suene, dice Annabeth L. Luego de varias cirugías ablativas que sólo la ayudaron temporalmente, se resignó a vivir con la enfermedad. “Decidí concentrarme en mis síntomas en lugar de esperar una cura”, dice ella.
“Sé que suena loco, pero encontré el alivio que buscaba en la acupuntura. Solía tirarme en el piso, sin poder caminar al trabajo durante siete días al mes. Ahora a lo mucho me pasa un día”. Ahora también lleva una dieta vegetariana y hace yoga tres veces a la semana, pues ambas cosas la han ayudado con el dolor y con el estrés de su enfermedad”.
Tomado de rd.com 13 Women with Endometriosis Reveal What Finally Worked for Them