Sabes que un concierto puede hacer que tus oídos zumben durante días. Pero también hay todo tipo de artículos cotidianos que pueden tener un impacto en tu audición, y no quieres esperar hasta que estés tomando medicamento: los Millenials también están perdiendo su audición.
Desde tu cocina hasta tu patio, desde tus medicamentos y tus problemas de salud, aquí hay cosas que afectan a tus oídos. Escucha.
La diabetes tipos 1 y 2, la presión arterial alta y el colesterol alto afectan a casi todas las células del cuerpo, incluidos los oídos.
Las vibraciones de las diminutas células ciliadas de los oídos envían mensajes a tu cerebro sobre lo que estás escuchando, pero esas células necesitan un flujo sanguíneo adecuado. “Todas esas células ciliadas son alimentadas con nutrientes pequeños capilares”, dice el audiólogo Craig A. Kasper, director de audiología de los Médicos Auditivos de Nueva York.
“Si hay algún problema con el flujo sanguíneo, no vas a hacer que esas células ciliadas crezcan”. Las personas que tienen diabetes, por ejemplo, tienen el doble de probabilidades de experimentar pérdida auditiva que el resto de la población, dice.
Una secadora de pelo cerca de la cabeza podría estar dando 85 o más decibelios de ruido. La exposición prolongada o repetida a sonidos iguales o superiores a 85 dB pone en riesgo de pérdida auditiva a las personas, dicen los Institutos Nacionales de Salud.
Probablemente tendrías que secarte el cabello durante ocho horas seguidas antes de que hiciera algún daño, pero esa parte ruidosa de tu régimen de belleza podría sumarse con el tiempo, dice Kit Frank, audiólogo clínico del Instituto de Audiología Avanzada de Las Vegas.
“Cuanto más uses (secadoras) y cuanto más tiempo las uses, más probabilidades tendrás de sufrir daños”, dice. “Puede que no cause daños inmediatos, pero con el tiempo lo hará”.
Sabes cómo era cuando llegabas a casa después de un concierto ruidoso: el timbre en tus oídos era una señal segura de que la música era demasiado fuerte. Pero incluso las melodías que llegan a través de tus audífonos podrían dañar tus oídos.
Los audífonos suelen ser más dañinos que los auriculares supraaurales porque descansan más profundamente en el canal auditivo, dice Frank. Y si subes el volumen para ahogar el ruido que te rodea, las cosas se ponen aún más arriesgadas, dice Kasper.
“Normalmente tienes que competir con el ruido ambiental para escuchar la música”, dice. “Ahí es cuando se vuelve peligroso”. Mantener un volumen igual o inferior al 60% mantendrá el sonido a un nivel seguro, dice. Si no puedes oír a ese volumen, compra auriculares con bloqueo de sonido para reducir el ruido exterior.
La mayor parte de la pérdida auditiva proviene de un daño gradual en el oído interno, pero los bloqueos son totalmente tratables. Durante tu visita anual, tu médico debe revisar el interior de tus oídos en busca de acumulación de cera.
Sáltate ese chequeo y podrías terminar con la cera obstruida amortiguando tu audición, dice Frank. Pero también es posible que tengas las orejas llenas después de un evento específico, dice Kasper.
“Podría ser que alguien tenga antecedentes de infecciones o alergias a los senos paranasales, o que simplemente haya hecho varios viajes en avión y sus oídos estén obstruidos”, dice. “Nos hace sentir como si estuviéramos bajo el agua”.
Mantente al día con el exceso de cera para los oídos y sé respetuoso con el medio ambiente con un hisopo reutilizable.
La pérdida de audición podría ser un efecto secundario de tu medicamento. Algunos diuréticos para enfermedades cardíacas, quimioterapia y antibióticos (especialmente gentamicina, neomicina y otros de la familia de la micina) podrían dañar los oídos.
Mejorar es tu primera prioridad, pero vale la pena hablar con tu médico sobre si la dosis es lo suficientemente alta como para causar daño. “Las dosis altas de cualquier antibiótico pueden ser peligrosas”, dice Frank. “Por lo general, las miacinas se utilizan en dosis altas”.
Incluso los analgésicos de venta libre, como la aspirina y el ibuprofeno, pueden causar daño en grandes cantidades. Cualquier pérdida de audición o tinnitus de ellos suele ser temporal, pero los efectos secundarios a veces son permanentes. Sin embargo, siempre que sigas con la aspirina para bebés o las dosis regulares de un analgésico, no te arriesgarás a arruinar tu audición, dice Kasper.
Como si una fiebre alta no fuera lo suficientemente mala, esa temperatura elevada también podría dañar los nervios del oído interno, ya sea debido a la inflamación o a la falta de oxígeno.
“Si no llegas ese oxígeno a los nervios, se descomponen y no funcionan como deberían”, dice Frank.
Las clases de ejercicio suelen ser muy, muy ruidosas. La explosión de música en tu entrenamiento en grupo puede impulsarte a través de tu sesión de sudor, pero podría estar trabajando tus oídos de mala manera.
“Si sales de las clases de spinning y tus oídos zumban, eso es una indicación de que puedes haber hecho daño en tus oídos”, dice Kasper. Descarga una aplicación en tu smartphone para medir el nivel de sonido que te rodea a lo largo del día, recomienda.
Considera la posibilidad de usar protección auditiva si tu gimnasio es particularmente ruidoso. Mientras tanto, al hacer ejercicio en casa, no hagas sonar la música demasiado fuerte.
Los electrodomésticos ruidosos como las licuadoras y los molinillos de café podrían dañar tus oídos con el tiempo. Cuanto más a menudo pones en marcha esas cuchillas ruidosas, más trauma pasan tus oídos.
Los chefs incondicionales deben considerar la protección de los oídos, aunque el batido ocasional no es nada de que preocuparse. “Si estás cocinando y usando una licuadora todo el día, eso es un problema”, dice Frank. “Si lo usas durante diez segundos una vez a la semana, probablemente no sea un problema para ti”.
El ruido de cortadoras de pasto, martillos de neumáticos, sopladores de hojas, taladros y otras herramientas eléctricas no es solo un dolor de cabeza, sino que también es un riesgo de daños auditivos.
Tendrás que proteger tus oídos, pero puede que los tapones para los oídos no sean la mejor opción. Poner los dedos sucios de las herramientas tan cerca de tu canal auditivo podría ponerte en riesgo de una infección, dice Kasper.
En su lugar, toma un par de orejeras en la ferretería. “Pasan por encima de la oreja, y son fáciles de poner y quitar”, Kasper
El transporte público puede ser ruidoso, y sentarse en el metro durante media o más podría sumarse con el tiempo y lastimarte los oídos, dice Frank. Además, la sirena de un vehículo de emergencia que te pasa por la calle podría ser lo suficientemente fuerte como para causar algún daño.
“Cubrirse los oídos es algo bueno, no es una tontería”, dice Frank.
Tomado de rd.com Listen Up! 11 Surprising Things That Could Ruin Your Hearing
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