Para un cocinero hambriento con prisa, ningún alimento fácil y rápido es equiparable a la vieja pasta. Arroja juntos algunos fideos y salsa, y ¡voila! la cena está servida. Solo hay un problema: la mayoría de nosotros no tenemos la paciencia (o el tiempo) para esperar a que la olla hierva.
Pero si piensas que puedes ahorrar algunos minutos al utilizar una olla más pequeña, tal vez querrás pensarlo de nuevo.
Utilizar una olla más pequeña significa que necesitas menos agua, lo cual acelera el proceso de ebullición. Pero este pequeño error podría hacer una gran diferencia para tu plato de pasta, dicen los chefs. Primero que nada, los fideos largos podrían no caber en una olla más pequeña a menos que los cortes a la mitad.
Algunos italianos juran que romper la pasta es de mala suerte, mientras que otros dicen que sólo es una mala forma de cocinar. Pero hay otra razón por la cual deberías prestar más atención a tu radar de agua y pasta.
“Si utilizas una olla demasiado pequeña, la temperatura del agua baja demasiado cuando añades la pasta, así que toma mucho tiempo para que se vuelva a calentar. Esto hace que tu pasta sea pegajosa y a menudo encontrarás grupos juntos“, cuenta James Schend, editor en Taste of Home a Reader’s Digest.
“Cuando cocines pasta, realmente necesitas ir a lo grande. Utiliza la olla que pueda sujetar al menos un galón de agua mas una libra de pasta con un poco de espacio“. Y en cuanto a cuánta agua debes usar, Schend tiene más consejos para los chefs en casa.
“Quieres asegurarte de que hay suficiente espacio para que la pasta se mueva alrededor del agua hirviendo sin sentirse aplastada. Siempre utilizo entre 5 y 6 cuartos de agua por cada libra de pasta. Esto da a la pasta mucho espacio para moverse mientras se cuece, así que evitas que se pegue junta, pero no demasiado grande y que tome una eternidad hervir el agua en primer lugar“, dijo.
“Si vas a cocinar más de una libra, considera hacerlo en partes si no tienes una olla demasiado grande“.
¿Algunos errores más que Schend cree que probablemente estás cometiendo? No guardar el agua de tu pasta y enjuagar tu pasta tras cocinarla. Enjuagar la pasta retirará el almidón y mucho sabor lo cuál significa que tu salsa no se pegará como debería.
Asegúrate de que también estás escurriendo regularmente tu pasta para evitar que se pegue y añade mucha sal al agua. Si bien puedes pensar que está destinada a sazonar la pasta (y también lo hace), Schend nos dice que la verdadera razón es que el agua salada ayuda a rayar la superficie de la pasta, haciéndola menos suave y pegajosa.
Tomado de rd.com The Biggest Mistake You Can Make When Cooking Pasta
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