Es un eufemismo decir que la salud pulmonar ha tenido mayor prioridad desde la pandemia de COVID-19. Además, las afecciones pulmonares que a menudo están influenciadas por el medio ambiente y el estilo de vida, como la EPOC y el cáncer de pulmón inducido por el tabaquismo, también siguen siendo preocupaciones importantes. Una nueva investigación sugiere que fortalecer tus pulmones para evitar la enfermedad podría ser tan simple como agregar un pequeño nutriente poderoso a tu dieta con más regularidad.
Las enfermedades pulmonares crónicas que abarcan la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma representan un desafío de salud mundial. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la EPOC se encuentra como la tercera causa de muerte en todo el mundo. La inflamación crónica es la principal causa de estas enfermedades, lo que resulta en daño en el tejido pulmonar y una disminución de la función pulmonar.
Patricia A. Cassano, MPH, PhD, autora del estudio y directora de la División de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Cornell, afirma: “Sabemos mucho sobre el papel de la dieta en el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, pero el papel de la dieta en las enfermedades pulmonares crónicas está algo poco estudiado”. Ella añade: “Este estudio se suma a la creciente evidencia de que los ácidos grasos omega-3, que forman parte de una dieta saludable, también pueden ser importantes para la salud pulmonar”.
Los ácidos grasos omega-3, que son grasas poliinsaturadas esenciales, proporcionan contribuciones significativas a la salud celular. Según la Clínica Cleveland, son fundamentales para promover la función celular eficiente y son fundamentales para la composición de las membranas celulares, fomentando la estructura y mejorando la comunicación célula a célula. Encontrados en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de lino, los omega-3 son conocidos por su capacidad para mitigar la inflamación y mejorar los niveles de colesterol, y continúan revelando ventajas adicionales para la salud.
Investigaciones recientes respaldadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), y publicadas en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine revisado por pares en junio de 2023. Introducen un vínculo convincente entre los omega-3 y la reducción de los riesgos de enfermedades pulmonares crónicas. Esto sugiere que hay mucho más que podrías ganar al incluir estos poderosos nutrientes en tu dieta de lo que pensabas anteriormente.
La investigación sobre los omega-3 y su impacto en la salud pulmonar se dividió en dos fases integrales. La primera fase, un estudio longitudinal, incluyó el seguimiento de más de 15.000 estadounidenses inicialmente sanos durante dos décadas. Un hallazgo importante fue que las personas con niveles sanguíneos más altos de omega-3 mostraron una disminución más lenta de la función pulmonar. El DHA, o ácido docosahexaenoico, abundante en los peces grasos, tuvo la correlación más significativa.
La segunda fase se centró en un análisis genético que involucró a una muestra masiva de 500.000 europeos del Biobanco del Reino Unido. Los investigadores exploraron los marcadores genéticos que representan la ingesta de omega-3 en la dieta. Este análisis confirmó los hallazgos anteriores, con niveles más altos de omega-3, en particular DHA, vinculados a una función pulmonar superior.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que la investigación se centró principalmente en adultos sanos. Las investigaciones en curso se están centrando en los impactos de los omega-3 en las poblaciones con EPOC existentes, incluidos los fumadores frecuentes.
Bonnie K. Patchen, RD, PhD, nutricionista de Cornell, destaca un cambio significativo en la investigación nutricional, haciendo hincapié en: “Estamos empezando a dar un giro [en la investigación nutricional] y realmente avanzando hacia la nutrición de precisión para el tratamiento de las enfermedades pulmonares”. Esto indica un futuro con una orientación dietética más personalizada, especialmente para las personas en riesgo de enfermedades pulmonares crónicas.
Mientras que el Departamento de Agricultura los EE. UU. actualmente recomienda dos porciones de pescado a la semana, muchas de las cuales no dan en el blanco. Si estás ansioso por mejorar tu ingesta de omega-3, Anna Taylor, RD, dietista registrada en la Clínica Cleveland, aconseja centrarse en las fuentes de alimentos en lugar de los suplementos.
Opta por peces grasos como el salmón capturado en la naturaleza, el arenque, las sardinas y los mariscos. El aceite de linaza y las semillas de chía también proporcionan dosis saludables de estos ácidos grasos esenciales.
Tomado de Healthy.com New Study: Eating More of This Superfood May Prevent Lung Disease