Existen algunos hábitos que ya todas conocen que producen arrugas: no desmaquillarse por las noches, dormir menos de 7 horas, no usar bloqueador solar, fumar, consumir alcohol o vivir sumergida en estrés.
Pero hay otras actividades que también aceleran la aparición de esas líneas en la piel que nos hacen ver más grande.
Es inevitable que tu rostro haga presión con la almohada y, este hábito provoca la aparición de líneas y flacidez.
También ten cuidado si tienes la costumbre de tallarte los ojos. El movimiento rompe los enlaces de colágeno y hará que las arrugas se apoderen de esta área.
El movimiento de abrir y cerrar la boca una y otra vez favorece las arrugas en las comisuras de los labios y en su parte inferior.
También altera la estructura de la boca y puede llegar a afectar la alineación de la mordida. ¡Mejor cambia los chicles por láminas de menta!
Es muy incómodo tener un granito o una cicatriz de la que puedes “deshacerte” fácilmente exprimiendo o raspando pero, ¡no lo hagas! Todo lo que conseguirás es lastimar e inflamar las capas de la piel, lo cual trae consecuencias como arrugas y más imperfecciones.
Si quieres acabar con las imperfecciones opta por una rutina de limpieza estricta y aleja tus manos de la cara.
Aplicar la base de maquillaje como si tallaras la piel, abrir la boca cuando pones máscara, jalar el párpado o sonreír en exceso para difuminar rubor en las manzanitas, son movimientos que hemos hecho alguna vez a la hora de maquillarnos y, ¡forman líneas de expresión inevitables!
Para prevenirlas, procura tratar el cutis de forma delicada, relaja el rostro y deja de usar maquillaje un par de días a la semana.
Las calorías vacías del azúcar inflaman y atacan las proteínas que se encargan de darle firmeza a la piel -como el colágeno-, por lo que consumir alimentos muy dulces hace que envejezcas más rápido, promueve la aparición de arrugas y disminuye la elasticidad.
¿Lo peor? También bloquea la absorción de antioxidantes de lo que comemos
Cuando agachas la cabeza y surgen arrugas en el cuello, así como papada. Esto no acaba aquí pues, adicionalmente, los teléfonos emiten luz azul que incrementan el fotoenvejecimiento.
Dale la vuelta a este mal hábito y cada que mires tus dispositivos, llévalos a la altura de los ojos y utiliza productos con filtros blue light.
Cuando tienes problemas de la vista y omites el uso de lentes (o no eliges la graduación correcta), los músculos de alrededor de los ojos se tensan para ver claramente y se producen líneas en todo el contorno.
Por otra parte, si no necesitas lentes pero también te expones a la luz del día sin gafas, permites que la radiación seque la delgada piel que rodea la mirada y haga visibles los signos de la edad.
Fuente: MSN
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.