Estudiantes de la UNAM fundan empresa para reciclar unicel
Estos ingenieros de la UNAM crearon una máquina con la capacidad de transformar el poliestireno plástico (EPS) o mejor conocido en el país como unicel.
Descubrieron una forma de reutilizar el unicel mediante la creación de una máquina con la capacidad de transformarlo en plástico; hoy bajo el nombre de Rennueva son una empresa que intenta introducir su producto en distintos campos como el de la construcción.
Los jóvenes ingenieros estudiantes de la Facultad de Ingeniera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron su futuro al detectar entre residuos de vidrio, cartón y aluminio un plástico derivado del petróleo que dada su composición, puede ser reciclado y aprovechado.
El primer problema que enfrentaron, y que posteriormente resolvieron, era que en México no existía una práctica formal en el reciclaje del material, ni la tecnología para aprovecharlo por lo que decidieron inventar una máquina.
“Nuestro principal objetivo era buscar una alternativa para aprovechar este material”, contó a Efe Enrique Estrella, quien junto con sus amigos y compañeros Héctor Ortiz y Jorge Hinojosa, fueron quienes diseñaron la máquina con la capacidad de transformar el unicel en plástico.
En su búsqueda de soluciones comprobaron que la empresa Dart de México, dedicada a la fabricación de vasos, platos, envases, tapas y popotes hechos de unicel, ya tenía una máquina para reciclar el EPS pero era de China con una eficiencia baja y costosa.
“Estaba diseñada para la condiciones de aquel país, que no tiene alto consumo en unicel, y por ellos nos dedicamos a diseñar una para las condiciones de México, es decir, que fuera bastante eficiente y que pudiera recibir material ligeramente contaminado con materia orgánica”, explicó Estrella, director de operaciones de Rennueva.
Para el proceso de reciclaje, la Reps-01 utiliza un método a base de calor conocido como termodensificado, que extrae la materia prima de los productos de unicel, los cuales están formados de un 95 por ciento de aire y 5 por ciento de plástico, que es el que se extrae.
El material se desintegra mediante una trituradora y luego se calienta y comprime, es decir, se quita el aire y posteriormente se obtiene una pasta, con la que se hacen tiras que luego se convierten en perlas milimétricas utilizadas para la creación de nuevos artículos plásticos, entre ellos marcos, reglas, plumas, protecciones para teléfonos móviles y hasta tacones para zapatos.
Una de las aplicaciones del material obtenido por Rennueva ha llegado a la empresa Marcos & Marcos, dedicada a la fabricación de marcos decorativos y molduras, en forma de materia prima.
Les entregan lingotes de unicel densificado, sin aire, prácticamente listo para trabajar, con una calidad y precio competitivos.
En el mercado mexicano de marcos y molduras, el unicel ha ido desplazando a la madera, El 85 o 90% de los productos se fabrica con este material.
La Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) y la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), estiman que el consumo nacional del unicel en México en los últimos años es de 125 mil toneladas anuales.
De esta cantidad, el 25% se destina a la fabricación de productos desechables para la industria alimenticia; el 75% restante se divide en el sector de la construcción y embalaje.
“Mucha de esta materia prima se importa, en México no existe un abastecimiento del mismo país para que no existan esas importaciones, por eso surgimos, si nosotros logramos introducir el plástico extraído nuevamente al mercado se va evitar traer de otro país y eso ayudará a reactivar la economía”, apuntó.
Miguel Rivas, representante de Greenpeace México, mencionó que “el reciclaje en este momento todavía no es opción para este material, quizás en la industria de la construcción es alto, en comparación con la industria de los alimentos, ya que tiene que cumplir ciertas condiciones al igual que los plásticos y estás no se cumplen”.
Explicó que el uso del unicel representa un enorme problema en México debido a que fomenta el modelo cultural de usar y tirar, lo que genera una enorme cantidad de desperdicios, miles de toneladas contra las bajas tasas de reciclaje, provocando un problema ambiental.
Para el cofundador de Rennueva y creador de Reps-01, Héctor Ortiz, el reciclaje del EPS tiene que ver con la cultura y la educación, “las personas deben saber que este material se puede transformar y reciclar y esa economía puede detonar cuando nosotros separemos nuestros productos en la basura”.