Gajes del oficio: Estudiantes, desorganización y partos

Soy profesora de historia del diseño, y cierta vez, en una clase sobre grabados de finales de la Edad Media, les mostré a mis alumnos una imagen de un personaje bíblico para que lo identificaran. Como ninguno de ellos sabía de quién se trataba —era Jonás—, traté de darles una pista:

—¿Recuerdan qué personaje tuvo que ver con una ballena?

Entonces, con una gran sonrisa y sin dudarlo, un alumno respondió:

—Claro, ¡Pinocho!

Ana María Canales, Perú

Siempre creí que una amiga mía era desorganizada, pero después de ayudarla a mudarse cambié de opinión. Una de las cajas que cargué tenía una etiqueta que decía: “Cosas tiradas en el piso”.

Ting Sun, Estados Unidos

Complicaciones del parto

Una mujer estaba a punto de dar a luz en el ascensor del hospital donde trabajo como enfermera, y la angustia que sentía era evidente.

—No se preocupe, señora, ya casi llegamos al quirófano —le dijo otra enfermera para tranquilizarla—. El año pasado tuvimos que atender a una mujer que estuvo a punto de dar a luz en el jardín, frente al hospital.

Sollozando, la paciente exclamó:

—¡Era yo!

Stephanie Niederberger, Estados Unidos