Si tu mascota no deja de ladrar todo el tiempo, no serás muy bien visto por tus vecinos. Incluso podrían hacerte un reclamo legal si no haces algo para resolver el problema. Estos cuatro consejos te ayudarán a lidiar con los molestos ladridos.
Quizá a tu perro no le guste que salgas de casa, pero tendrá que acostumbrarse a ello. Déjalo solo en otra habitación (al principio unos cuantos minutos, y luego aumenta el tiempo poco a poco) a diferentes horas del día.
No abras la puerta hasta que se haya mantenido sin ladrar por un rato; entonces entra y prémialo con una caricia, un elogio o un juguete.
Si necesitas dejarlo solo por un periodo largo, pide a algún vecino que lo visite y lo saque a pasear. Hasta el sonido de una voz humana puede tranquilizar a un animal, así que deja el radio encendido a volumen bajo, en alguna estación donde hablen.
Algunos perros ladran porque ven lo que pasa en la calle. Mejor deja al tuyo en un cuarto con vista al jardín.
Estos collares rocían gotas de aceite de citronela o producen un leve zumbido cuando el perro ladra, lo que lo sorprende pero no le causa daño ni dolor.