Parece que Johann Sebastian Bach ya ocultaba mensajes en sus obras musicales. ¿Lo habrán copiado otros compositores?
El arte de la fuga está entre las últimas obras de Johann Sebastian Bach… Y entre las más célebres. Esto se debe entre otras cosas al tema de esa fuga final inconclusa, que consta de cuatro notas: B-A-C-H.
¿Acaso Bach quería inmortalizar de ese modo su nombre en la música?
Los musicólogos lo consideran altamente probable, más teniendo en cuenta que Bach seguía una moda de la época: en el barroco ese tipo de jueguitos de ocultamiento eran muy populares.
Y no fue él el único compositor que codificó su nombre en notas musicales: En Carnaval (Opus 9), Robert Schumman aparentemente ocultó su nombre en las notas mi bemol, do, si, la (S-C-HA- según la anotación alemana). Son todas las notas que pueden tocarse en “Schumann” (M y N no hay).
Probablemente no haya existido ningún otro compositor tan fascinado con los códigos como el británico Edward Elgar. Él no solo escribió numerosas esquelas cifradas (las que se hicieron más famosas fueron las que dirigió a su novia Dorabella Penny), sino que en 1898-1899 escribió también 14 Variaciones Enigma.
Estas variaciones encierran un enigma del cual hasta hoy se ignora en qué consiste. Los títulos de las piezas ya suenan de lo más misteriosos.
La partitura original de Variaciones Enigma, de Edward Elgar permite suponer que la composición encierra muchos códigos y enigmas.
Variaciones Enigma está plagada de misterios, empezando por los títulos de las piezas. Elgar reveló lo que significaban muchas de las abreviaturas, y el resto de los títulos fue explicado por musicólogos: son los nombres de 14 amigos, parientes y conocidos que Elgar retrata en las piezas.
H.D.S.P. es el pianista Hew David Steuart-Powell y Nimrod es de origen bíblico y significa ‘un vigoroso cazador ante el Señor’; es un juego de palabras con el apellido ‘Jaeger’, que en alemán significa ‘cazador’.
Elgar jamás se pronunció sobre el verdadero enigma: “No voy a explicar el enigma. Hay otro tema mayor que atraviesa toda la obra y todas las piezas. El personaje principal no aparece en escena”. Se desconoce qué habrá querido decir con ello.
Más adelante, en la década de los setenta, se desarrolló otra especie distinta de juego de ocultamiento musical: las grabadoras de cassette y los tocadiscos permitieron tocar la música al revés, de atrás hacia adelante, y encontrar mensajes se convirtió en el deporte favorito de los fanáticos. Aunque los textos que ellos creían oír generalmente no existían.
Uno de los supuestos mensajes ocultos más célebres es el del Hotel California, de los Eagles. Dicen que si se escucha la canción al revés, el cantante canta “Yah satan, he organized, oh, he organized his own religión” (Sí, Satanás, él organizó su propia religión) y que pide vino, lo que remite a una misa satánica.
Y parece que Stairway to heaven, de Led Zeppelin, también contiene esos mensajes diabólicos. En medio del murmullo constante que surge al escuchar la canción al revés, muchos creen haber oído “Oh, here’s my sweet Satan” (Por ti, mi dulce Satanás).
Aunque no desentonaría con la polifacética figura de Freddy Mercury, el hecho de que algunos de sus fanáticos escuchen mensajes ocultos en sus canciones es más bien producto de su propia fantasía.
Y parece que hasta los Beatles escondieron mensajes. Es innegable que en la canción Revolución No. 9 se escucha música de atrás hacia adelante.
¡Ahora bien, si además hay una voz que repite “Turn me on, dead man!” (¡Enciéndeme, hombre muerto!) es por lo menos dudoso, tanto como que en el tema de Queen, Another one bites the dust, Freddy Mercury canta: “Is fun to smoke marihuana” (Es divertido fumar marihuana) como afirman algunos fanáticos. Pero también es innegable que algunas piezas musicales contienen mensajes.
En el tema Fire on high, por ejemplo, la Electric Light Orchestra toca al revés la frase “The music es reversible, but time is not. Turn back, turn back” (La música es reversible, pero el tiempo no. Retrocede, retrocede).
Y Roger Waters, el bajista de Pink Floyd, se permitió bromear con esas búsquedas ocultando en el tema Empty Spaces del álbum The Wall un mensaje muy especial para sus fanáticos.
Quien reproduce la canción al revés escucha a Waters diciendo en inglés: “Felicidades, acabas de descubrir un mensaje secreto. Por favor envía tu respuesta al Viejo Pink, al cuidado de Funny Farm, Chalfont”.
¿Has escuchado algún mensaje oculto alguna vez?
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