Sí, es exactamente lo que parece: en la época del antiguo Egipto, el uso de excrementos de animales para la curación se registró en el Papiro de Eber. Desde el año 1500 a. C., una variedad de heces, desde perros y gacelas hasta burros, podrían usarse no solo para el tratamiento de las heridas sino también para mantener alejados a los malos espíritus.
Algunas mujeres colocaban estiércol de cocodrilo en sus vaginas, creyendo que podría servir como anticonceptivo.
Las sanguijuelas fueron clave para el proceso de sangría y, a lo largo de los siglos, se han utilizado como tratamiento para infecciones, enfermedades de la piel, afecciones dentales y anomalías del sistema nervioso, comparte PBS.
Pero quizás su atributo más milagroso las ha mantenido relevantes en la medicina actual: las sanguijuelas secretan péptidos y proteínas específicos que aumentan el flujo sanguíneo de la herida al evitar la coagulación.
Healthline.com señaló que la terapia con sanguijuelas puede tratar todo, desde cáncer, artritis, hemorroides, presión arterial alta hasta enfermedades del corazón.
Los Institutos Nacionales de Salud afirman que en el antiguo Egipto, Grecia y Roma, beber orina era una forma popular de tratamiento para una lista de dolencias.
La antigua documentación india yóguica y china elogiaba el líquido dorado por sus increíbles efectos, pero incluso se usaba más allá de los fines médicos. La revista Smithsonian analiza su antiguo uso como detergente para ropa y blanqueador de dientes.
Cuando tienes migraña, ¿alguna vez sientes que un buen agujero en la cabeza ayudaría? Bueno, muchos de nuestros ancestros históricos sintieron que perforar una abertura en el cráneo era una forma razonable de tratar el dolor y los problemas neurológicos.
La cirugía en realidad resultó en menos muertes de las que podrías pensar, a pesar de que el cerebro quedó expuesto. Los primeros indicios de este tratamiento de trepanación se remontan a hace 7,000 años, particularmente en Grecia, África, Polinesia e incluso América, pero la impactante práctica se prolongó hasta principios del siglo XX.
Una de las modas dietéticas más asquerosas que existen: la dieta de la tenia. Las damas, en la época victoriana, desesperadas por el cuerpo perfecto consumirían una pastilla de huevo de tenia con la esperanza de que la criatura prosperara en sus intestinos.
En última instancia, uno podría comer hasta quedar satisfecho, mientras que el gusano devoraría la mayoría, lo que conduciría a la pérdida de peso. Horriblemente, la “dieta” todavía existe hoy en día, con sujetos que buscan gusanos en clínicas o sitios web sospechosos.
Síntomas peligrosos acompañan a la práctica riesgosa, incluyendo desnutrición, dolor abdominal, diarrea, náuseas, infección, anemia y fiebre.
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Cuando la Peste Negra asolaba Londres en el siglo XVII, los médicos recurrieron a los humos corporales.
Los expertos afirmaron que el gas potente podría contrarrestar la exposición a la plaga, por lo que los residentes se tiraban pedos o mantenían un animal apestoso dentro de su casa, comparte CBS News.
Teniendo en cuenta la devastación generalizada de la peste bubónica, es seguro decir que este tratamiento no funcionó. Tus pedos pueden decir estas cosas sobre tu salud.
Los antiguos egipcios exploraron aparentemente todos los métodos posibles para descubrir curas, y eso incluía el uso de una pasta de ratones muertos para tratar la tos, el dolor de muelas y otras dolencias.
¿Y cómo trataba Inglaterra las verrugas a finales del siglo XVI? Los ratones se cortaron por la mitad y se colocaron sobre el área afectada. Afortunadamente para los ratones, estos métodos se han desvanecido.
Ahora sabemos que el mercurio es altamente tóxico: la Agencia de Protección Ambiental afirma que es una poderosa neurotoxina que causa síntomas como pérdida de la visión, neuropatía, falta de coordinación, problemas de audición y debilidad muscular.
Antes de que esto fuera de conocimiento común, los antiguos persas, griegos y chinos creían que beber o aplicar mercurio en la piel podía aumentar la esperanza de vida o incluso curar enfermedades como la sífilis.
Qin Shin Huang, un emperador chino, murió por consumir mercurio, en un esfuerzo por obtener la vida eterna.
La osteo-odonto-queratoprótesis es un tratamiento para la ceguera corneal, y existe en la actualidad. Se extrae el diente del paciente y se coloca una lente dentro de un orificio perforado. El diente tiene que ser cosido en la mejilla, para que pueda desarrollar su propio suministro de sangre, y luego se coloca en el ojo.
Milagrosamente, se ha demostrado que funciona. Shannon Webber, doctora de la Universidad de NSW, y el cirujano oculoplástico Greg Moloney, realizaron la cirugía en el Sydney Eye Hospital en Australia.
Se utilizaron una serie de tratamientos extraños para tratar problemas vaginales en la época del antiguo Egipto, incluida la inserción de incienso.
Teniendo en cuenta que también se insertaron cebollas para determinar el embarazo (si el olor se percibía en el aliento de una mujer por la mañana, se suponía que estaba embarazada), es posible que se usara como ambientador para la delicada región.
Podemos dar crédito al cirujano prusiano J. F. Dieffenbach por el cruel remedio contra la tartamudez de la década de 1840, la hemiglosectomía. El bárbaro procedimiento implicó la extirpación parcial de la lengua del paciente, esto se hizo sin anestesia.
A pesar de la naturaleza del tratamiento, el cirujano creía que realmente estaba curando a la gente al detener el espasmo de las cuerdas vocales. Hoy contamos con la Asociación Estadounidense del Habla, Lenguaje y Audición, que detalla el impacto positivo que la terapia del habla puede tener en las personas con problemas.
En el siglo XIX, era aceptable pacificar a tu pequeño con un trago de codeína, opio y heroína, conocido como jarabe calmante en el pasado. El material se publicitó abiertamente como un suero que calmaría a su bebé, mientras brindaba descanso a las madres cansadas.
Dos farmacéuticos de Bangor, Maine, comenzaron a fabricar el jarabe a mediados del siglo XIX, después de que un pariente lo creara mientras trabajaba como enfermero. A pesar de que la verdad finalmente se reveló a los consumidores, el producto logró mantenerse hasta la década de 1930.
Desde antes de la Guerra Civil, los gusanos se usaban para tratar heridas infectadas, porque solo comen tejido moribundo, mientras que el tejido sano se conserva.
El tratamiento es tan efectivo que todavía se encuentra en la medicina moderna. En una época en la que los antibióticos no siempre funcionan, estas pequeñas moscas podrían salvarte la vida.
Tomado de rd.com 15 Bizarre Ancient Remedies You Won’t Believe Existed
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