Fallece José Armando, menor que renunció a sus quimioterapias para disfrutar su vida
En un acto de madurez y valentía, tomó la difícil decisión de renunciar a las quimioterapias y disfrutar al máximo del tiempo que le quedaba junto a su familia.
La mañana de este martes 23 de abril, José Armando, un niño veracruzano que dejó las quimioterapias para disfrutar su vida, perdió la batalla contra el cáncer. Su historia, marcada por la pasión por el Cruz Azul y la decisión de vivir solo con cuidados paliativos al lado de sus seres queridos, conmovió a miles de personas en México.
Desde los 5 años, José Armando enfrentó con admirable entereza la dura realidad de la leucemia linfoblástica. Más de 120 quimioterapias no lograron vencer a la enfermedad, pero tampoco apagaron su espíritu luchador. En un acto de madurez y valentía, tomó la difícil decisión de renunciar a los tratamientos y disfrutar al máximo del tiempo que le quedaba junto a su familia.
“Me dijeron que si quería me podían poner más tratamiento, pero ya no quise porque es muy fuerte. Mi mamá… le dije que respetara mi decisión y lo aceptó, (le dije) que ya no quería el tratamiento. Mejor divertir la vida. Le intento dar ánimos… yo siempre la voy a cuidar, también a mi hermana”, compartió el menor en una entrevista con ‘ADN 40’.
De acuerdo al portal de salud MedlinePLus, es un cáncer de crecimiento rápido de un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos.
Se presenta cuando la médula ósea produce una gran cantidad de linfoblastos inmaduros, una forma cancerosa de linfocitos. La médula ósea es el tejido suave en el centro de los huesos que ayuda a formar todas las células sanguíneas.
Los linfoblastos anormales crecen rápidamente y reemplazan a las células normales en la médula ósea. La LLA evita que las células sanguíneas se produzcan. Los síntomas potencialmente mortales pueden presentarse a medida que bajan los hemogramas normales.
Desde pequeño, José Armando se identificó con los colores azul y blanco del Cruz Azul. Su pasión por el futbol era inquebrantable, incluso en los momentos más difíciles de su enfermedad. Su sueño era conocer a su equipo en persona y presenciar un partido en el estadio. Aunque su estado de salud no le permitió viajar a la Ciudad de México, el Cruz Azul lo tuvo presente.
Su historia conmovió a miles de personas, quienes lo admiraron por su fuerza, determinación y amor por la vida. Se convirtió en un símbolo de esperanza y un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, la pasión y la alegría pueden iluminar el camino.
Con información de Infobae , Debate