En México, solamente uno de cada tres bebés recibe leche materna como alimento exclusivo hasta los seis meses de vida. El resto es alimentado también con fórmulas, leche de vaca u otro animal, así como bebidas azucaradas. De acuerdo con ENSANUT, solamente el 33.6 % de niñas y niños que rondan los cero a cinco meses recibió una lactancia materna exclusiva durante el periodo 2021-2022.
Estas cifras colocan a México como uno de los países con menor prevalencia de lactancia materna en el mundo, lo cual responde a diversos factores.
En México existe la necesidad económica, así que se requiere que ambos padres salgan a la calle a buscar el sustento. Lo que complica la lactancia, explica Ricardo Villavicencio, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (CANILEC).
Esto se suma a un problema añejo: las barreras de la mujer en la lactancia.
Las mujeres necesitan licencias de maternidad remuneradas. Las madres deberían tener, al menos 18 semanas, aunque lo ideal serían seis meses o más.
También deberían tener pausas remuneradas para la lactancia o la extracción de leche tras la reincorporación al trabajo, según parámetros de la OMS.
“Miles de mexicanas siguen enfrentándose a múltiples barreras que disminuyen de manera importante sus probabilidades de tener una lactancia exitosa“, explicó Olivia Guerrero, experta en salud y psicología sexual.
El retorno al trabajo, explicó, es una de las principales razones por las que las madres dejan de amamantar a sus bebés.
“Por ello es apremiante que todos los actores que influyen de manera directa o indirecta en este proceso sean sensibilizados sobre la importancia de la lactancia”, agregó.
Andrea Tejeda, Gerente de Marketing de Chicco México comenta que los empleados que respaldan y valoran a sus empleados tienden a lograr que estén más comprometidos y motivados en su trabajo.
Las madres trabajadoras pueden aumentar mejor sus tareas laborales al saber que sus necesidades personales están siendo atendidas, al tener acceso a espacios de lactancia.
A la precariedad económica y la falta histórica de esos beneficios legales se suman los retos generados ante los nuevos modelos familiares.
El INEGI informa que existen 11 tipos de familia. Estos vínculos que antes no eran tomados en cuenta, ahora se enfrentan a diferentes problemáticas.
Si bien la lactancia materna es una fuente de alimentación irremplazable. Al 37 % de los mexicanos que encabeza una familia diversa, incluyendo madres y padres solteros, homoparentales, reconstituidos, les resulta muy complicado acceder a bancos de leche materna o continuar con la práctica de la lactancia debido a la falta de apoyo en prácticas laborales que la promuevan y protejan.
Luis Méndez Flores y César González son padres trabajadores de una familia diversa homoparental.
Ellos consideran que el apoyo a nivel sistémico e institucional con políticas y acciones equitativas e inclusivas son clave para una lactancia existosa.
Consideran que incrementar los permisos de maternidad y paternidad, bancos de leche materna, lactancia materna mixta o el uso de sucedáneos de leche materna cuando esta no sea posible es esencial para apoyar un crecimiento adecuado.
También se necesita un cambio de mentalidad. La nutrición se le deja a las mujeres, pero es una responsabilidad de hombres y mujeres.
Las nuevas masculinidades cuestionan la educación tradicional y saben que el maternaje y el paternaje deben irse desarrollando desde casa y desde la más temprana infancia.
Aunque son pocas las razones por las que una mujer no puede amamantar (galestoctemia o ser portadora de VIH), infinidad de mujeres no alcanzan una lactancia exitosa.
“No sabemos qué pasa con cada persona y cuando hacemos generalidades incurrimos en injusticias”, destaca Olivia Guerrero, experta en salud y psicología sexual.
No siempre se logra una lactancia exitosa, agrega, así que no se puede dividir a las mujeres en mala madre y buena madre, pues la lactancia tiene que ver con el cuerpo y, además se vive con mucha culpa.
En este mundo cabemos todas las familias, así que debemos trabajar sobre las presiones sociales.
Recordaron que existió una campaña que decía que si tú no comes en el baño porque los bebés sí, lo que nos lleva a repensar que amamantar en público debe trabajarse, pues sí existe un estigma.
Consciente de este escenario, Ricardo Villavicencio, presidente de CANILEC, puntualizó los cinco compromisos para fomentar la lactancia materna, lo anterior con la finalidad de apoyar acciones que mejoren el bienestar de las madres y padres trabajadores:
Adicional, la experta en salud y psicología sexual, concluyó que con relación a las nuevas masculinidades, la inclusión y responsabilidad de la lactancia es de hombres y mujeres, lo que nos habla de impulsar la crianza compartida.
Sin duda los mitos, prejuicios e incluso la presión familiar sobre la lactancia materna son amplios y la falta de información permite que se continúen replicando, un ejemplo de ello es que un padre no puede establecer un vínculo con su hijo a través de la alimentación.
“Estas prácticas deben frenarse y los padres deben establecer límites asertivos en los diferentes círculos al mismo tiempo que se ejerce el derecho a decidir”, finalizó.
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