La fibrilación ventricular es una arritmia cardíaca grave en la que los ventrículos del corazón, que son las cámaras inferiores encargadas de bombear la sangre hacia el cuerpo, presentan contracciones caóticas e incoordinadas en lugar de una contracción rítmica normal.
Esto puede provocar una disminución o incluso una detención completa del flujo sanguíneo, lo que puede ser potencialmente mortal si no se trata de manera inmediata.
Es responsable del 75 por ciento por ciento de las muertes súbitas relacionadas con enfermedades cardíacas, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Los síntomas de la fibrilación ventricular suelen incluir:
- Pérdida de la conciencia repentina: La persona afectada puede desmayarse o perder el conocimiento de manera abrupta y sin previo aviso.
- Ausencia de pulso: Debido a la actividad caótica del músculo cardíaco, puede que no se detecte ningún pulso o que sea débil o irregular.
- Falta de respiración: La respiración puede volverse irregular o cesar por completo debido a la falta de flujo sanguíneo adecuado.
Causas de la fibrilación ventricular
Puede tener varias causas, como enfermedades cardíacas “ocultas”, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial y trastornos del ritmo cardíaco.
También puede ser causada por una variedad de factores externos como lesiones en el pecho, intoxicación por drogas, exceso de alcohol o electrocución.
Es importante destacar que la fibrilación ventricular puede ocurrir en personas con o sin antecedentes cardíacos previos, y puede presentarse de manera repentina y sin previo aviso.
Tratamiento
El tratamiento de la fibrilación ventricular es una emergencia médica y debe realizarse de inmediato. La reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador externo automático (DEA) son medidas iniciales cruciales para restablecer el ritmo cardíaco normal.
Puede incluir medicamentos antiarrítmicos, oxígeno y, en casos graves, desfibrilación interna con un cardioversor-desfibrilador implantable (CDI) o incluso un trasplante de corazón en casos seleccionados.
Esta enfermedad es potencialmente mortal porque puede provocar una parada cardíaca, que es la detención completa del corazón. Si no se trata rápidamente, puede llevar a la muerte en cuestión de minutos debido a la falta de oxígeno en el cuerpo.
Es importante buscar atención médica de emergencia si se sospecha de fibrilación ventricular o si se presentan los síntomas mencionados anteriormente. La fibrilación ventricular es una condición grave que requiere una atención médica inmediata para minimizar los riesgos y aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa.