Frío o calor para el dolor de cuello: ¿cuál elegir?
Probablemente has oído hablar de usar una compresa caliente o fría para el dolor de cuello, pero ¿cuándo necesitas hielo y cuándo debes usar calor?
Probablemente has oído hablar de usar una compresa caliente o fría para el dolor de cuello, pero ¿cuándo necesitas hielo y cuándo debes usar calor?
Los expertos recomiendan usar hielo después de una lesión, para el dolor repentino o para la inflamación. El calor es ideal para el dolor crónico o para lesiones que ya no están inflamadas.
Hasta ahora, no hay evidencia de que el frío o el calor sea más beneficioso que el otro para aliviar el dolor o la tensión. Dicho esto, los profesionales generalmente recomiendan aplicar hielo en lesiones nuevas o inflamadas. Cuando la inflamación haya disminuido, se recomienda calor para aliviar cualquier tensión o rigidez persistente.
Las investigaciones sugieren que tanto el hielo como el calor son beneficiosos para el dolor de cuello.
En general, se recomienda el hielo para:
Y se recomienda calor cuando:
Aplica hielo o calor durante aproximadamente 20 minutos varias veces al día para las lesiones, o con la frecuencia que sea necesaria para sentir alivio.
La idea básica es que el hielo frena el dolor repentino de una lesión nueva al contraer los vasos sanguíneos, ralentizar la circulación y reducir la inflamación. Esto es ideal para adormecer la sensación de los espasmos musculares o el dolor más extremo. Si estás en reposo en cama debido a dolor o tensión en el cuello, el hielo probablemente sea lo ideal.
El calor, por su parte, ayuda a aliviar la rigidez y la tensión muscular crónica al mejorar la circulación. Esto permite que lleguen más nutrientes y oxígeno al área afectada, lo que puede promover la curación. También ayuda a aflojar los músculos tensos y hacer que el tejido sea más flexible. Cuando ya no estás en reposo en cama y deseas continuar con las tareas diarias, el calor es ideal.
Ten en cuenta que, según un estudio anterior, aquellos que visitaron la sala de emergencias por dolor agudo de espalda o cuello se beneficiaron por igual de la terapia de calor o frío combinada con ibuprofeno. Por lo tanto, es posible que no importe si eliges calor o hielo, sino lo que te parezca mejor para tu situación particular. Es posible que desees alternar entre la terapia fría y caliente para obtener resultados óptimos.
¿Sabías que el dolor de cuello es la cuarta causa principal de discapacidad? Si tu dolor de cuello está interfiriendo con tu calidad de vida diaria, es recomendable visitar a un médico.
Si debes usar terapia de calor o frío para el dolor de cuello depende de tu situación particular. Los expertos generalmente recomiendan usar hielo para lesiones nuevas o dolor de inicio repentino, ya que reduce la inflamación.
El calor es ideal para la tensión o rigidez muscular crónicas, ya que mejora la circulación. Si tu dolor de cuello no mejora después de una semana de cuidado personal, visita a un médico.
Busca atención de emergencia si experimentas entumecimiento en un brazo o mano junto con dolor de cuello, si tienes dificultad para caminar o mantener el equilibrio, o si has perdido el control de las evacuaciones intestinales o la micción.
Con información de Healthline