Fruta del monje, el único edulcorante con antioxidantes y sin calorías
La fruta del monje es hasta 450 veces más potente que el azúcar regular, con la diferencia de que contiene cero calorías. Además aporta otros beneficios.
En Asia vive una exótica planta trepadora que alcanza hasta los cinco metros. Es llamada Siraitia grosvenorii. Esa enredadera de la familia de la calabaza es apreciada por su fruto —llamado Luo Han Guo, Buddah fruit o fruta de la longevidad—, pues tiene compuestos —en especial el extracto puro del mogrósido V es hasta 450 veces más dulce que la caña de azúcar— que la convierten en un edulcorante potente, pero con el plus de que tiene cero calorías, así que no afecta los niveles de azúcar en la sangre.
Ese extracto se ha utilizado como edulcorante natural bajo en calorías y en la medicina tradicional china para el tratamiento de la obesidad y la diabetes. La fruta fue aprobada por la FDA en el 2013 y reconocida como un endulzante seguro para su consumo.
El jugo concentrado de fruta del monje es 20 veces más dulce que el de manzana.
Su proceso de germinación es lento y las enredaderas prosperan en sombra y niebla. Otra razón que impide que la fruta del monje sea cultivada en grandes cantidades es debido a que es una planta protegida en China.
El gobierno de esa nación prohibió su cultivo fuera de su territorio, así que el 90 por ciento de la producción comercial crece en las montañas de su hogar ancestral, en Guinxho.
Además de esas complicaciones, la fruta es muy delicada, así que no se vende fresca debido a su rapidísima fermentación tras ser cosechada. En Asia se seca y luego se utiliza en remedios herbales y tés.
Se usa para aliviar dolores de garganta debido a su poder antiinflamatorio. La inflamación se produce cuando una parte del cuerpo se enrojece, se hincha o se torna dolorosa. Esto ocurre cuando el organismo está luchando contra una infección bacteriana o por virus o en respuesta a una lesión.
La mayoría de la gente recurre a medicamentos los cuales, en exceso, dañan al hígado, el filtro natural del cuerpo. Esta fruta es un desinflamatorio natural corroborado por la ciencia.
El primer informe sobre la hierba en inglés se encuentra en un manuscrito inédito escrito en 1938 por el profesor G.W. Groff y Hoh Hin Cheung. El informe señala que los frutos se utilizan a menudo como los principales ingredientes de “bebidas refrescantes”, es decir, como remedios para el calor, la fiebre u otras disfunciones asociadas al calor o la inflamación.
En la medicina tradicional china se aconseja la infusión de esta fruta —también llamada ‘monk fruit’ o ‘fruta del monje’—con la finalidad de enfriar al cuerpo cuando se padece una enfermedad que produce fiebre o por insolación o golpe de calor.
Contiene poderosos antioxidantes conocidos como mogrósidos, que son las sustancias químicas responsables del intenso sabor dulce. La investigación científica constató que el mogrósido V actúa como un antioxidante que elimina las especies reactivas de oxígeno (ROS) y previene así el daño al ADN.
Esa característica convierte el extracto de esta fruta en un producto muy apreciado. Su nombre científico (Siraitia grosvenorii) es un reconocimiento a Gilbert Hovey Grosvenor, ex presidente de la National Geographic Society, organismo que financió una expedición a China en la década de los 30 con la finalidad de hallar la planta en su hábitat natural.
También se dice que lleva el nombre del ‘monje’ por los budistas que la cultivaron hace ocho siglos en regiones montañosas del sur de China.
Fuentes: Hielscher Ultrasonics, América Alimentos, Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria y Luo.