Ya no necesitamos estas partes del cuerpo
A esas partes del cuerpo se les llama “sobras evolutivas”, pero ahora ya no tienen ninguna utilidad para lo que hacemos, y no todo el mundo las conserva.
Estas partes del cuerpo ya no tienen ninguna utilidad. Todas cumplían una función específica (y en muchos casos vitales) para nuestros antepasados.
Aunque no todo el mundo las conserva, estas son algunas de las más comunes, según Dorsa Amir, la antropóloga de la evolución del Boston College, en Estados Unidos, al portal Business Insider.
Tal vez la parte inservible del cuerpo más conocida por todos. Las investigaciones apuntan a que este órgano ayudaba en la digestión de las plantas con exceso de celulosa que formaban parte de la dieta de nuestros ancestros
A medida que nuestra dieta se volvió más variada, el apéndice perdió su función, apunta Amir. Cada vez hay más estudios que demuestran que el apéndice puede seguir jugando algún papel como almacén de las bacterias de nuestro intestino.
Si tienes un dolor abdominal repentino, no lo ignores, podría ser tu apéndice.
No todo el mundo lo tiene, pero es un músculo que va desde la muñeca hasta el codo.
Si extiendes el brazo con la palma de la mano hacia arriba y unes tu pulgar con tus dedos formando una especie de cono, quizás veas una protuberancia muy fina y recta que se extiende por el antebrazo. No es el tendón, es más suave.
Un 10% de los seres humanos ya no lo tiene en su cuerpo, certifican los científicos, pero antes servía para ayudar a nuestros antepasados a ejercer la fuerza necesaria para trepar árboles.
Su función era moler las carnes duras y los cereales crudos con los que se alimentaban nuestros ancestros. Ahora nuestra dieta es mucho más suave y no necesitamos masticar con tanta intensidad.
No a todo el mundo les salen todas, pero si lo hacen suelen provocar mucho dolor y en ocasiones hasta se recomienda su extracción.
En el pasado teníamos mucho más pelo en nuestro cuerpo que ahora. Los músculos arrectores pili, conectados a los folículos capilares, ayudaban a erizar el pelo y así parecer más grandes ante una situación de riesgo o amenaza.
Entre las cinco y las ocho semanas después de producirse la concepción, el feto comienza a desarrollar una cola que antes de nacer desaparece para formar el coxis.
Esta cola servía para moverse y mantener el equilibrio. Cuando aprendimos a andar parados, la perdimos porque ya no resultaba útil.
Son los responsables de mover la parte visible del oído (conoce la misión del cerumen en tus oídos), pero muy poca gente tiene control sobre ellos, explicó la antropóloga.
Algunos mamíferos los usan para detectar presas o depredadores y se cree que los humanos los usaban para lo mismo.
Está situado en la parte baja del abdomen y tiene una forma triangular. Hay gente que no tiene ninguno y hay personas que tienen dos.
Se cree que, en el pasado, cuando caminábamos a cuatro patas, facilitaban la movilidad y rotación de los músculos abdominales.
Los pezones cumplen, biológicamente, una función específica: facilitar el amamantamiento. Pero dado que son las mujeres quienes amamantan ¿por qué los hombres nacen con ellos?
La razón es que el cuerpo de un embrión, sea hembra o varón, empieza a desarrollarse de la misma forma.
Cuando la testosterona, encargada de la formación de los órganos sexuales masculinos empieza a actuar, los pezones ya se han desarrollado.
Este es un pliegue situado en la esquina interna del ojo y se parece a las membranas que tienen algunos animales como las aves, los reptiles e incluso algunos mamíferos para proteger la vista.
Se usan para mantenerlos húmedos y libres de residuos, pero en el caso de los humanos apenas queda un remanente y, además, no tenemos ningún tipo de poder sobre ellas.
“No está exactamente claro por qué los humanos ya no tienen esto”, aseveró Amir, “pero lo cierto es que es raro encontrarlas entre primates, así que debemos haberlos perdido hace mucho tiempo”.
Con información de BBC.