Broma pesada
En una ocasión nuestro superior nos ordenó inspeccionar varios lotes de granadas de mano. Mientras mis compañeros se concentraban en la tarea, yo levanté una anilla de seguridad que encontré tirada en el piso y dije en voz alta: “¿Alguien ha visto mi granada?”.
Dan Powell, en rallypoint.com
Cierta vez estaba yo en un restaurante de comida rápida cuando un empleado que apenas empezaba su turno entró al área de cocina y dijo en voz alta: “¡Hola cariño, ya llegué!”. Supongo que eso es lo que pasa cuando llevas mucho tiempo trabajando en el mismo lugar.
G.M.
Nadie se había impresionado tanto al saber que pertenezco a la Fuerza de Operaciones Especiales de la Marina de Estados Unidos como los compañeros del grupo de kínder de mi nieto. Un día que acudí al salón para hablar de mi profesión frente a los niños, les conté varias de mis hazañas en el ejército. Cuando terminé, una pequeña preguntó: “¿Puede mantener el equilibrio de una pelota en la punta de la nariz?”.
gcfl.net
El sargento del pelotón al que pertenezco le indicó a un comandante nuevo que una de sus subordinadas no podría participar en una maniobra de campo porque estaba esperando un bebé. Furioso, el comandante exigió saber hasta qué punto estaba embarazada la oficial.
—Completamente, señor —dijo el sargento con toda seriedad.
David Rasberry, Estados Unidos
A juzgar por estos extractos de exámenes, sería mejor que mis estudiantes universitarios de danza se dedicaran únicamente a hacer pliés.
Kathy Dubois, Estados Unidos
Obtén una licenciatura en ciencias de la sandez con tan sólo aprenderte estos eufemismos que emplea la mercadotecnia:
Tomado de Spinglish, de Henry Beard y Christopher Cerf (Blue Rider Press)