Gajes del oficio: Dos años después de haber sufrido un infarto…
Dos años después de haber sufrido un infarto, estaba dando clases en la universidad cuando, de repente, sentí un malestar en el pecho...
Dos años después de haber sufrido un infarto, estaba dando clases en la universidad cuando, de repente, sentí un malestar en el pecho. Hice una pausa para tomar mi medicamento, y pronto me sentí mejor.
—Si alguna vez llego a sufrir un infarto —les dije a mis estudiantes—, daré puntos adicionales a quien me administre la reanimación cardiopulmonar.
Enseguida, uno de los muchachos levantó la mano y preguntó:
—¿Y de cuántos puntos estamos hablando?
Sharon Harvey, Estados Unidos
Un supervisor se dirige al jefe de un equipo:
—¿Así que usted cree que nuestros empleados no son lo suficientemente avezados para entender las observaciones que están en el documento?
—¿Qué significa avezado? —inquiere el jefe.
Susan Jester, Canadá
Llamada telefónica a una empresa de servicio técnico.
Empleado: ¿Parpadea la luz del módem?
Cliente: No.
Empleado: ¿Está fija?
Cliente: Sí. Está fija, luego se va, después vuelve a estar fija y se va de nuevo…
notalwaysright.com
Fui miembro de la fuerza naval. Cierta vez, cuando acudí a un centro para veteranos de guerra a una revisión anual, el terapeuta me preguntó si padecía estrés postraumático. Contesté que eso creía.
—¿Tiene usted pesadillas? —dijo.
—Sí —repuse—.
—¿Qué sueña?
—Que me alisto de nuevo en la Marina.
Thomas Hensley, Estados Unidos
Durante mi paso por el Ejército estuve bajo las órdenes de un general que no se andaba con rodeos. Mis compañeros me habían advertido de su rigor, así que me preocupé antes de la primera evaluación de desempeño. Sin embargo, mis nervios fueron en vano, ya que el general me dio su mejor cumplido: “No estoy insatisfecho con su rendimiento”.
SP, Estados Unidos
Me encanta cuando salgo temprano del trabajo para sorprender a mi esposa, y al llegar a casa ella me recibe con estas tiernas palabras: “¿Te despidieron?”.
THEBOYDP
He aquí cinco citas textuales de jefes que te harán pensar: “Oigan, ¡yo también puedo ser un jefe!”.
“Vamos a tratar esto como indispensable, pero no como obligatorio”. (Oficina en Chicago)
“Esperen, ¿está encendido el Internet?”. (Oficina en Maryland)
“Demoleremos el puente cuando lleguemos a él”. (Oficina en Londres)
“No envíen información, solo me confunde”. (Oficina en Ohio)
“Es una de esas situaciones de ¿qué fue antes: el pollo o el caballo?”. (Oficina en Seattle)
overheardintheoffice.com