Cierta vez sostuve un diálogo con el padre de un amigo mío, quien sabe que soy diseñador de sitios web.
Padre de mi amigo: Tengo una idea para un negocio. Dime, ¿es muy difícil hacer un Facebook?
Yo: No, más bien es fácil.
Mi Amigo: No se refiere a crear un perfil en Facebook, sino a hacer una versión totalmente nueva de Facebook.
Yo: Entonces, es muy difícil.
Padre de mi amigo: Ah, está bien.
clientsfromhell.net
Trabajo en una farmacia homeopática. Cierta vez una mujer se acercó al mostrador y me dijo:
—Disculpe, señorita, ¿qué puedo tomar para el insomnio?
—Estas pastillas son muy buenas para dormir —le respondí, mostrándole un frasco—. Debe tomar dos cada cuatro horas durante el día.
Tras quedarse pensativa por unos momentos, la mujer me miró y volvió a preguntar:
—¿Y cuántas veces debo tomarlas por la noche?
Coral García, México
Un político solicita empleo en McDonald’s: “Quiero anunciar que he venido a solicitar el puesto de cocinero en esta sucursal. Permítanme presentarme. Ante todo, soy completamente ajeno al mundo de la comida rápida, lo que significa que no voy a aceptar el trabajo así, sin más. Voy a hacer preguntas. ¿Por qué es necesario vaciar el colector de grasa? ¿Cuál es el tiempo de espera máximo para una bandeja de hamburguesas de pollo?
Mi propuesta tiene que ver con el sentido común, con el enfoque lógico de un cocinero no profesional respecto a la preparación de hamburguesas. No necesitamos que volúmenes enteros de estudios de mercado nos digan cómo cocinar una Big Mac. Sólo necesitamos una plancha caliente y conocimientos básicos. A la larga, también necesitaremos bollos y aderezos.
A nuestros abuelos no les hacían falta temporizadores sofisticados para saber cuándo estaba lista la comida. No se preocupaban por conceptos eruditos como el tiempo máximo de espera del cliente. Eran épocas más simples, y creo firmemente que podemos volver a ellas.
Estoy listo para subirme las mangas, ponerme una red en el pelo y empezar a trabajar. Pero no puedo hacerlo sin el apoyo de ustedes. Por eso les pido que me contraten como su nuevo cocinero de lunes a viernes, excepto los jueves porque tengo otras cosas que hacer. Ah, también necesito libre la próxima semana”.
Ben Godar, en splitsider.com
Durante un tiempo trabajé como socorrista en el Ejército. Un día que desperté con un dolor de espalda terrible acudí a la enfermería, donde me dijeron que tendría que ser trasladado al hospital.
Tras una hora de espera, el capitán a cargo se acercó y me dijo:
—Disculpe la tardanza, pero no podemos localizar al conductor de la ambulancia.
—Capitán —le respondí, sin poder evitar sonrojarme—, yo soy el conductor de la ambulancia.
Joseph Dunn, Estados Unidos