Tu cuerpo está diseñado para soportar periodos breves de estrés de vez en cuando. Pero si existe mucho, no es bueno ni para tu cuerpo ni para tu alma.
Toma naturalmente el control de tu estrés con estos consejos. Inclusive si no puedes cambiar una situación difícil, tienes un poco de control sobre cómo lidiar con el estrés.
Así que si te estás arrancando el cabello, mordiéndote las uñas hasta lo más profundo, o te preocupas demasiado, prueba con estas técnicas para quitarte el estrés y restaurar tu sentido de sanidad.
Desde que los griegos comenzaron a disfrutar del té de manzanilla, se le ha elogiado por sus propiedades curativas. Hoy, cuando un estimado de un millón de tazas se toman a diario en el mundo, los doctores herbolarios y naturistas elogian a la manzanilla como un remedio maravilloso contra el estrés. Toma una taza tres veces al día.
También puedes agregar la manzanilla, junto con otras hierbas relajantes como la lavanda y la valeriana, a tu tina para que te des un buen baño relajante. Envuelve las hierbas secas en un pedazo de estopilla y colócalo debajo de la llave mientras llenas la tina.
Toma más vitamina C. En un estudio, la gente que se encontraba bajo presión y que tomó 1,000 mg de vitamina C tuvo incrementos leves en la presión sanguínea y llevó sus niveles de las hormonas de estrés a niveles normales más rápido que la gente que no la tomó.
Estudiado muy de cerca por el doctor Herbert Benson de la Universidad de Harvard, se ha comprobado clínicamente que la respuesta a la relajación corta el estrés. Siéntate en una posición confortable en un lugar callado. Cierra tus ojos. Ahora escoge una palabra o frase para que te concentres (puede ser, por ejemplo, “Todo va a estar bien”).
Mientras te concentras en inhalar y exhalar, repite la frase cada vez que exhales. Si te distraes por otros pensamientos, con cuidado sácalos de tu mente y regresa a esa palabra o frase. Continúa de 10 a 20 minutos. Practica al menos una vez al día.
Las investigaciones han encontrado que la música puede reducir el ritmo cardíaco, la presión sanguínea en inclusive niveles de hormonas de estrés en la sangre. Toma un descanso y escucha música que encuentres relajante.
Haz un ejercicio de “viaje en el tiempo”. Cuando te sientas enredado por alguna preocupación, recuerda algo que te haya hecho sentir igual de tenso hace un año. ¿Qué tan importante es eso hoy? Ahora intenta proyectarte un año al futuro y ve hacia atrás, a tu dilema presente. Las probabilidades son de que saltar en el tiempo te de una mejor perspectiva de lo que estás pasando ahora.
Cuando te sientas especialmente tenso, prueba con una técnica llamada relajación progresiva. Siéntate o recuéstate en un lugar tranquilo y confortable. Cierra tus ojos. Ahora aprieta los dedos de tus pies tan fuertes como puedas durante 10 segundos. Luego relájalos. Después de tus dedos, tensa y relaja tus pies, piernas, estomago, dedos, brazos, cuello y cara.
En otras palabras, trabaja progresivamente con la tensión desde la punta de tus dedos hasta la punta de tu cabeza y luego, suéltalos.
Salte a caminar o haz alguna otra forma de ejercicio durante al menos 20 minutos, tres veces al día. El ejercicio acelera las endorfinas, que son los químicos que hacen sentir bien a tu cerebro, mejoran tu humor y te hacen sentir menos ansiosos.
Limita tu consumo de alcohol, cafeína y azúcar. Si fumas, déjalo. Todas esas substancias pueden disparar la respuesta de tu cuerpo, contribuyendo a los síntomas físicos del estrés como el corazón acelerado, manos temblorosas y húmedas, ansiedad e irritabilidad.
Realiza un hobby tranquilo: coser, realizar rompecabezas, leer u otros pasatiempos favoritos pueden ayudarte a tomar un respiro de tu estrés diario.
Tomado de 1,001 Remedios Caseros
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