Gints Zilbalodis y ‘Flow’: Una historia animada de amistad y supervivencia

“Flow” es una película animada sin diálogos. Su protagonista es un gato negro que vive en lo que parece ser un mundo postapocalípitico sin humanos. Luego de una inundación, terminará en un bote con otros animales con quienes deberá aprender a relacionarse para sobrevivir.

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Se trata del producto de la imaginación de Gints Zilbalodis, un joven cineasta originario de Letonia, quien desde hace varios años se ha dedicado a realizar historias animadas sin diálogos de manera independiente. Su primer largometraje, “Away” (2019), le acarreó numerosos reconocimientos.

“Flow” es su segundo trabajo de larga duración y ha sido galardonado en eventos como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, los Premios del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York y los Premios de la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles, entre otros. Además, al película está nominada en la próxima entrega de lo Globos de Oro y es la propuesta cinematográfica de Letonia para los premios Óscar.

Zilbalodis conversó con Selecciones Reader’s Digest sobre este éxito animado que se estrenó recién comenzando enero de 2025 en los cines de México.

Hay muchas similitudes entre “Flow” y uno de tus primeros cortometrajes, “Aqua” (2012). Un gato, un bote, una inundación… ¿Por qué decidiste regresar a esta idea?

 “Ese corto lo hice cuando comenzaba el bachillerato, así que en cuestiones técnicas no es lo mejor que he hecho. Pero la emoción de la historia seguía resonando en mí. Después de hacer mi primer largometraje, ‘Away’, tuve una oportunidad de trabajar con un equipo más grande y de hecho quería contar una historia sobre mí tratando de descubrir cómo trabajar en equipo y confiar en otros, así que pensé que un gato sería un gran protagonista para ese tipo de historia, porque suelen ser independientes y gruñones, así que ese podía ser el punto de partida de este viaje.

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Entonces revisité la premisa del cortometraje. También tiene que ver con el miedo al agua de los gatos, que es algo que creo que se puede entender con mucha facilidad, no necesitamos explicarlo. Esto me permitió contar la historia sin diálogos, que es algo que quería hacer y que he hecho en todos mis trabajos hasta ahora. Además, tampoco necesitamos antagonistas, es un gato contra la naturaleza. Solo agregamos un mayor elenco, a diferencia del corto, aquí el enfoque es el miedo a los otros que siente el gato y sus relaciones”.

¿Cómo elegiste a los acompañantes del protagonista: un capibara, un perro, un lémur y un pájaro secretario?

“Primero necesitaba un ave y tenía que ser una especie de figura de autoridad, con una presencia imponente, porque el gato tiene que admirarlo de alguna forma y sentirse impresionado. Además debia ser un ave grande porque tenía que cargar al gato, no hay muchas así pero por suerte encontramos al pájaro secretario de Sudáfrica. Por otro lado, cuando era niño tuve gatos y perros, y el perro principal está inspirado en dos perros que tuve, el golden retriever.

Quería que ese personaje fuera una contraparte del gato, que empieza siendo muy independiente y aprende a confiar en otros. El perro está en el viaje opuesto: empieza siendo muy confiado, siempre buscando a alguien que le diga qué hacer y con el tiempo aprende a ser más independiente. Quería mostrar que hay positivos y negativos en estas ideas, no es un simple ‘bueno o malo’. Todos estos animales están buscando un lugar al cual pertenecer, un grupo que los acepte y el lémur quiere eso, igual que el pájaro, solo que tienen distintas aproximaciones lo que genera conflictos entre ellos.

Lo importante es que todos son seleccionados por el equipo. Es el individuo contra la sociedad, ¿cómo encuentras el equilibrio?, ¿a qué tipo de sociedad quieres pertenecer? Todos los personaje, no solo el gato, viajan y aprenden algo. El único que no aprende es el capibara, él es una presencia pacífica, quizá una figura de mentor para los otros animales. He visto algunos videos de capibaras siendo muy amistosos con todos, personas, perros, gatos e incluso algunos depredadores. Todos se llevan bien con los capibaras y me pareció buena idea tener un personaje así. Aunque todos los demás están luchando, este capibara es muy pacífico y no quería que cambiara, quería que se mantuviera como es”.

Estos personajes, a pesar de ser animados, no se sienten caricaturizados, ni hablan. Todos mantienen el comportamiento de cada especie. ¿Cómo lograron esto?

 “Eso era importante. Hemos visto muchas películas de animales que hablan y prácticamente actúan como humanos y hacen bromas. Pero creo que al tenerlos actuando como animales verdaderos, el peligro se siente mucho mayor y es más intenso y emocional. Ver a este gato aparentemente real pasar por esta loca aventura se siente más intenso. Además, todo se animó a mano, nuestros animadores estudiaron referencias de videos de gatos, estudiamos a sus propios animales de compañía, los filmamos y fuimos al zoológico.

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Por supuesto, no podíamos poner un traje de captura de movimiento en un gato y meterlo al agua, jamás cooperaría. Estudiamos la vida real, pero no la copiamos, la interpretamos para contar esta historia y crear estos personajes. Fue un gran reto, creo que animar animales es más difícil que animar personas, hay más detalles y también está la coreografía de la cámara pues para esta película usamos tomas muy largas que duran varios minutos. Así que hay retos sobre retos, sobre retos… además, agregando el agua; fue todo un reto técnico”.

Tu película no tiene humanos y además retrata una especie de desastre ambiental. ¿Cuál es tu visión sobre nuestra relación con otros animales y el abuso al que sometemos a nuestro planeta?

“Nunca consideré colocar personas en esta película, porque eso significaba que tendrían que hablar y necesitarían diálogos, lo que yo quería evitar. Pero sí quería dejarle algunas pistas a la audiencia para que trataran de adivinar lo que le sucedió a los humanos en este mundo, pero contarlo a través del ambiente y no de una explicación con diálogo, que sería aburrido. Creo que es interesante para la audiencia tratar de descubrirlo por su cuenta, por medio de pistas a las que deben prestar atención. Tal vez la primera vez que vean la película se enfoquen en los personajes y no piensen en la historia detrás, pero ojalá haya algo para quienes la vean varias veces y encuentren diferentes significados.

Como mencioné, ver esto a través del punto de vista de los animales lo vuelve más intenso y eso es en lo que me quería enfocar. Yo he tenido gatos y perros y los aprecio y me importan. Creo que sí tenemos algunos temas importantes en esta película, pero si fuera un documental de la vida real sobre estos desastres y estas situaciones difíciles, quizá las personas no querrían ver una película así, o quizá solo la verían personas a las que ya les importa esta situación. En esta película tenemos esta aventura con animales, con bromas y situaciones ligeras lo cual creo que podría alcanzar una audiencia más amplia y llegar a personas que quizá no piensan en estos temas. En ese sentido, siento que la ficción, y en especial la animación, puede ser más veraz y significativa. Ese era nuestro objetivo, supongo”.

¿Cómo te ayudó a desarrollar la película trabajar con un equipo grande por primera vez, y cómo te ayudó la historia que contabas a trabajar en la vida real con un equipo?

“Sí, es como la cuestión de la gallina y el huevo. No sabía si era la historia ayudándome a mí o yo ayudando a la historia. Yo quería trabajar con un equipo y quería contar una historia al respecto, pero seguía sintiendo miedo de hacer eso. Pero como me había impuesto ese propósito y le decía a las personas que de eso se trataba, eso me empujó de cierta manera a atravesar este proceso y de verdad trabjar con otros. Porque sí, antes de esto yo hacía todo. A veces es más fácil para mí trabajar solo, no necesito explicar nada, solo lo hago.

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En esta ocasión tuve que encontrar formas para articular mis pensamientos, para comunicarle mis ideas a todos, y esa fue una nueva habilidad que tuve que aprender. Antes quizá era como un cineasta, pero ahora soy un director, tengo que dirigir personas. Pero aún así quería estar involucrado y disfrutar de los distintos aspectos. A veces es más fácil para mí mostrar lo que quiero. Con la música hice unos borradores iniciales, no soy compositor; Rihards Zaļupe llegó y agregó más detalles y capas encima de eso. Pero eso fue más fácil que explicar con palabras.

Con cada película siento que cada vez quiero delegar más, he aprendido a colaborar más y en la siguiente producción quizá me enfocaré más en la historia y dejaré que otros colaboren. Mientras escribía el guion trataba de anticipar los conflictos y ansiedades del tema, de hecho los animales de esta película pelean mucho y hay discusiones, pero la colaboración en nuestro equipo fue muy fluida, trabajamos bien juntos, fui muy afortunado de tener un equipo así”.

De las distintas áreas a las que te dedicas en tu trabajo, como el guion, la animación y la música, ¿hay alguna que disfrutes más en el proceso?

“Lo más difícil para mí es escribir el guion y lo más fácil o divertido es escribir la música. Por esa razón, cuando estoy trabajando en el guion y tengo un bloqueo trato de trabajar en la música. Eso es lo que más me anima, lo que disfruto, incluso hago música por diversión. Y esto me da ideas para la historia. Por ejemplo, la escena climática con el gato y el pájaro en la cima de las torres, eso estuvo muy inspirado por la música. Escribo la música en mi computadora portátil, no tocó ningún instrumento, solo la escribo, así que para mí es muy emocionante hacer las versiones iniciales y regrabar todo con instrumentos de verdad. Escuchar la gran orquesta tocar los temas que escribí es un momento muy especial”.

Escuché que tu próxima película tendrá diálogos por primera vez. ¿Qué te espera en tu futuro en el cine?

“Sí, estoy trabajando en mi siguiente película. Es otro largometraje animado, por primera vez estoy usando algo de diálogo, lo cual es un nuevo gran reto para mí. No puedo contar mucho sobre la historia, pero usaremos algunas de las técnicas que exploramos en ‘Flow’, como los largos movimientos de cámara. Además, quiero empujar más allá la narrativa visual y hacer algunas cosas locas que no se han hecho en la animación, y siento que puedo hacerlo porque trabajaremos de forma similar con una producción independiente.

Tus presupuestos son un poco más pequeños cuando trabajas de manera independiente, pero tienes más libertad para experimentar y contar historias más personales. Así que me gustaría seguir con mi estudio en Letonia y también colaborar con otros estudios. ‘Flow’ tardó cinco años, creo que la siguiente será un poco más rápida porque ya tenemos el estudio y he aprendido muchas cosas.

Otra vez estoy escribiendo el guion y la música, también me encuentro haciendo una revisión visual para tratar de entender el lenguaje audiovisual, para determinar primero si funciona o no. Pero por ahora la promoción de ‘Flow’ me está quitando mucho tiempo, estoy viajando y dando muchas entrevistas, así que ojalá y este año me pueda enfocar en mi próximo proyecto más a tiempo completo”.