A los 91 años, ha fallecido Giorgio Armani, una de las figuras más influyentes de la moda en el siglo XX y XXI. El diseñador italiano, que pasó de estudiar medicina a construir un imperio global de más de 10,000 millones de dólares, deja un legado inconfundible. A lo largo de su carrera, redefinió la elegancia, hizo de la sobriedad un lujo y revolucionó la sastrería.
Su estilo atemporal y preciso, centrado en vestir a “personas reales”, se convirtió en un símbolo de estatus en Hollywood y un referente del diseño a nivel mundial. Esta es la historia de Giorgio Armani y el impacto que dejó en la industria.
De médico a icono de estilo
Nacido en Piacenza, Italia, en 1934, el camino de Armani hacia la moda no fue convencional. Tras estudiar medicina y un paso por las fuerzas armadas, consiguió un trabajo como escaparatista, un rol que lo conectaría de por vida con la capital de la moda, Milán.
Su gran oportunidad llegó en 1964, cuando el diseñador Nino Cerruti le ofreció un puesto de diseñador de ropa masculina. Fue ahí donde aprendió la técnica de las chaquetas desestructuradas —prendas sin forro que suavizaban la figura— que más tarde perfeccionaría y se convertiría en su sello personal. En 1975, junto con su socio Sergio Galeotti, fundó su propia marca, Giorgio Armani, con un capital inicial de 10,000 dólares.
La revolución de la elegancia atemporal
La visión de Armani fue una ruptura con la moda rígida de la época. Su primera colección para mujeres se lanzó con un look andrógino, que él mismo describió como una forma de “suavizar la imagen de los hombres y endurecer la de las mujeres”. Sus creaciones se popularizaron rápidamente en Estados Unidos y, en 1980, Hollywood lo catapultó a la fama mundial.
El actor Richard Gere usó un traje de la marca en la película American Gigolo, convirtiendo a la sastrería de Armani en un símbolo de estatus. Desde entonces, las estrellas de cine se convirtieron en la mejor publicidad para la marca en las alfombras rojas. A lo largo de los años, celebridades como Cate Blanchett, Jodie Foster y Sean Connery se convirtieron en fieles seguidores de su estilo, que valoraba la sofisticación sobre lo extravagante.
Un legado que trasciende la moda
El legado de Giorgio Armani va mucho más allá de la ropa. Construyó un imperio global que incluye:
- Líneas de difusión: Emporio Armani, Armani Jeans y Armani Exchange.
- Productos de lujo: Perfumes, cosméticos, joyas, chocolates y la marca de interiores Armani/Casa.
- Hoteles y restaurantes: Abrió establecimientos de lujo en Dubái y Milán, reflejando su estética minimalista.
- Deportes: Era dueño del equipo de baloncesto Olimpia Milano y diseñó los uniformes para el equipo olímpico italiano.
Su visión de la moda como algo atemporal y práctico ha asegurado que sus diseños sigan vigentes. El floreciente mercado de segunda mano de sus creaciones vintage es una prueba de que su estilo nunca pasará de moda. Giorgio Armani siempre será recordado como un icono que convirtió la elegancia en un principio de vida.
