Gökotta: la práctica sueca que te hará más feliz
Es una tradición sencilla pero poderosa que puede ayudarte a empezar bien el día y ser más feliz. ¡Te animas a poner en práctica el Gökotta!
¿Alguna vez has sentido que te falta energía o motivación al despertarte por la mañana? ¿O tal vez te resulta difícil concentrarte o ser productivo? Si es así, es posible que quieras considerar probar Gökotta, una tradición sueca que consiste en despertarse temprano en la mañana para escuchar el canto de los pájaros.
Según el Índice para una Vida Mejor (Better Life Index) que elabora la OCDE, Suecia está entre los países con mejor calidad de vida del mundo: tiene mejores niveles de empleo, educación, salud, calidad medioambiental, relaciones sociales, compromiso cívico y satisfacción ante la vida. Estos resultados no solo se explican por la riqueza del país, sino también por esta filosofía de vida slow que ayuda a sus ciudadanos a mantener a raya el estrés.
Gökotta es una práctica que se remonta a siglos atrás. La palabra “Gökotta” proviene de las palabras suecas “gök” (cuco) y “otta” (amanecer). Se trata de una tradición que se remonta a la Edad Media, cuando los agricultores suecos se levantaban temprano para escuchar el canto del cuco, que anunciaba la llegada de la primavera. Sin embargo, se puede practicar en cualquier época del año. Hoy en día se sigue practicando en Suecia, y también se ha vuelto popular en otros países.
Gökotta tiene muchos beneficios para la salud física y mental. Estos incluyen:
Aunque el gökotta tiene sus raíces en Suecia, su esencia puede incorporarse a la vida diaria en cualquier lugar.
Para obtener los máximos beneficios de Gökotta, intenta practicarla durante al menos 20 minutos cada mañana. Con el tiempo, notarás una diferencia en tu estado de ánimo, energía y concentración.
En resumen, el gökotta sueco es más que una práctica cultural; es una invitación a encontrar la paz y conectar con la naturaleza en las primeras horas del día. Adoptarlo a nivel local puede ser una forma enriquecedora de mejorar las emociones y abrazar la belleza de los amaneceres en cualquier parte del mundo.
Con información de Saber Vivir