Goleadas sospechosas: ¿Qué hay de cierto en los amaños de partidos?
Existen ejemplos ya legendarios de amañamiento de partidos de futbol, lo mismo en torneos locales que en competiciones europeas o en la propia Copa del Mundo.
Existen ejemplos ya legendarios de amañamiento de partidos de futbol, lo mismo en torneos locales que en competiciones europeas o en la propia Copa del Mundo.
Un resultado al que se le darán vueltas y más vueltas es el 6 a 0 que Argentina le propinó a Perú durante el Mundial de 1978, jugado precisamente en suelo argentino. El partido se celebró el 21 de junio y la selección anfitriona tenía que ganar al menos por cuatro goles para superar en el grupo a Brasil y clasificarse para la final contra Holanda.
Después, Argentina conseguiría su primer campeonato mundial en plena dictadura de Jorge Videla.
Este último dato ayuda a entender el porqué de las suspicacias sobre el resultado frente a dicho equipo. Un mes antes del encuentro, en Perú, gobernado entonces por el dictador Francisco Morales Bermúdez, 13 opositores fueron secuestrados y trasladados en un avión militar al noroeste de Argentina, y luego llevados a Buenos Aires.
Videla, presidente de Argentina, aceptó a los presos políticos, según relata uno de los detenidos, Gerardo Ledesma —quien luego sería senador por Izquierda Unida en su país, entre 1980 y 1990—, “como prisioneros de guerra, con la condición de que Perú permitiera el triunfo de Argentina en el campeonato mundial de futbol, porque esto tenía importancia para Videla: necesitaban ese triunfo para limpiar la mala imagen de Argentina en el mundo”. Lo cierto es que, ese año, Argentina concedió al gobierno de Morales Bermúdez un préstamo y un cargamento de 14,000 toneladas de trigo.
La gala del Balón de Oro celebrada en enero de 2012 tuvo un particular invitado: el jugador Simone Farina, del Gubbio de la segunda división italiana, una localidad de apenas 32,000 habitantes.
El hecho de que el futbolista fuera convocado por la UEFA [siglas en francés de la Unión de Asociaciones Europeas de Futbol] a uno de los eventos con las entradas más disputadas entre las grandes estrellas del balompié no se debió a la espectacularidad de su nivel de juego, sino a algo distinto y quizá igual de excepcional que un remate imposible: su honradez como deportista profesional.
Farina recibía un salario de 60,000 euros al año, y en un partido de copa contra el Cesena, el jugador Alessandro Zampeteri le ofreció 200,000 euros a cambio de dejarse ganar el encuentro.
Farina no aceptó y, por el contrario, denunció el intento de soborno a la fiscalía, que inició una investigación sobre adulteración de resultados en la primera, segunda y tercera división del calcio [como se le llama al deporte en italiano], y que dio como resultado el encarcelamiento del capitán del Atalanta, Cristiano Doni.
Pero incluso en la competencia de más glamour en el mundo del futbol de clubes, la Champions, pueden darse resultados inexplicables.
En 2011 se disputaban los octavos de final de la Champions en Europa. Se enfrentaban el Lyon, de Francia, y el Dinamo de Zagreb, de Croacia. Los franceses caían 1 a 0, lo que les dejaría fuera del torneo, pues marchaban en el tercer puesto de su grupo en la última jornada. Pero en 19 minutos marcaron cinco goles y otros dos antes de que concluyera el partido, que finalizó 1 a 7.
Según las crónicas, en el tercer gol “al portero croata casi le cuesta lanzarse al suelo por una pelota que le llegaba desde la derecha”. Ante el sorpresivo resultado, el Ajax de Holanda solicitó una investigación a la UEFA, organismo que desestimó que hubiera algo irregular en las apuestas hechas en ese partido.
Si quieres leer más sobre irregularidades en este deporte, no te pierdas el artículo “Las trampas del futbol” que aparecerá en nuestra edición de julio de 2018.
Tomado de La Economía del Futbol, de Ciro Murayama.
© 2014 por Ciro Murayama y © 2014 por Nexos Sociedad Ciencia y Literatura, S. A. de C. V. Reproducido con autorización de Nexos Sociedad Ciencia y Literatura, S. A. de C. V.