El uso de apps educativas cada vez es más común, y es natural que los padres tengan infinidad de dudas sobre las que han escogido para que sus hijos jueguen y aprendan.
Conforme el uso de aplicaciones digitales educativas se vuelve más común tanto en la escuela como en casa, es natural que los padres tengan infinidad de dudas sobre las que han escogido para que sus hijos jueguen y aprendan.
Algunas de las preocupaciones más frecuentes tienen qué ver con cómo estar seguros de que el contenido de la herramienta es adecuado para sus hijos, cómo apoyarlos para obtener lo mejor de estos adelantos tecnológicos y cuánto tiempo es conveniente que las use un niño.
A continuación, expertos del British Council — la organización del Reino Unido para el intercambio cultural y educativo con presencia en más de 100 países alrededor del mundo— ofrecen algunas consideraciones en torno a la conveniencia del uso de aplicaciones infantiles como auxiliares en el aprendizaje de una lengua extranjera:
Por largo tiempo se ha debatido en torno a cuál es una cantidad de tiempo adecuada para que los niños estén frente a una pantalla, y cada vez hay más investigaciones que sugieren que los beneficios de aprender a través de la tecnología de una aplicación son importantes.
En esa línea, un estudio realizado por la Universidad de Nueva York midió el impacto de aplicaciones para leer en un grupo de 95 estudiantes. Durante 6 semanas, niños de entre dos y cinco años de edad usaron apps para leer en intervalos de 12 a 15 minutos. Después de este periodo, los menores que usaron de manera regular la aplicación mostraron mejoras en áreas críticas del aprendizaje, incluyendo el reconocimiento de letras y sonidos.
La mejor manera de asegurar una adecuada selección de apps es optar por una marca o un desarrollador en particular. Firmas de prestigio no arriesgarán su reputación al entregar contenidos o anuncios inapropiados.
Otro indicador de que se trata de una aplicación apta para niños es cuando se especifica que los contenidos y la interfaz han sido probadas por menores. Esto no sólo quiere decir que se ha garantizado el funcionamiento de la aplicación, sino que las actividades se han examinado en la vida real.
Si se le pregunta a papás y maestros qué es lo que mantiene a un niño concentrado en una tarea y motivado cuando está en el salón de clases, es casi seguro que van a mencionar algún tipo de recompensa. Ese es el mismo caso para las apps. Las recompensas al ir avanzando a nuevos niveles o etapas son esenciales para mantenerlos concentrados y atentos, pues aseguran que el niño regrese a la aplicación y se mantenga involucrado en el proceso de aprendizaje.
Aunque incluir recompensas e incrementar gradualmente el nivel de dificultad de la aplicación va a mantener el interés del niño, el reconocimiento y apoyo continuo por parte de los padres es extremadamente valioso. Ver a tu hijo jugar con la app te ayudará a identificar qué le emociona; si ves que se está aburriendo, puedes hacerle algún comentario para apoyar su aprendizaje.
Todos los niños aprenden de manera distinta. Afortunadamente para los padres la mejor forma de identificar si una app es apropiada para sus hijos es permitirles jugar con ella y observarlos.
Una buena app educativa permite diferentes estilos y velocidades de aprendizaje. Algunos niños juegan muy cuidadosamente y con mucha precisión; otros pueden ser más rápidos para seleccionar la respuesta correcta. Los juegos educativos deben permitir distintos ritmos según las necesidades del usuario.
Es importante que la aplicación con la que interactúan tus hijos no los penalice por sus errores, pues equivocarse es parte del proceso de aprendizaje; los niños deben tener tantas oportunidades como sean necesarias para llegar a la respuesta correcta.
Con los más pequeños, es importante tener en consideración que los niños se desarrollan a su propio ritmo y que cada uno tomará algo diferente de la app.
En el caso de aplicaciones para aprender una lengua extranjera, los padres pueden darse cuenta de los avances de sus hijos al verlos usar palabras de la aplicación, o al escucharlos hablar con mayor claridad y reaccionar a las canciones, historias y ritmos conforme los van recibiendo. En general, si el niño disfruta de la aplicación, mostrará un mayor entusiasmo hacia lo que están aprendiendo.
“Las aplicaciones son hoy en día un gran recurso para complementar y fortalecer el aprendizaje del inglés en los niños que le permitirán a tu pequeño extender las horas de aprendizaje en casa”, comenta Keri Craig, directora del Centro de Enseñanza del British
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