Hábito peligroso: ¿Por qué no debes lavar el pollo crudo?

Aunque parezca una medida de higiene, lavar el pollo crudo antes de cocinarlo es un error común que, paradójicamente, puede poner en riesgo tu salud. Organismos de salud a nivel mundial, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), son categóricos: nunca laves el pollo crudo.

La razón es simple: al colocar el pollo bajo el grifo, el chorro de agua no elimina las bacterias, sino que las esparce. Esto aumenta el riesgo de propagar la bacteria Campylobacter, un patógeno que causa intoxicaciones alimentarias graves. Las salpicaduras del agua contaminan fácilmente:

  • Superficies y Utensilios: Las gotas pueden transferir la bacteria al fregadero, encimeras, cuchillos o cualquier objeto cercano.
  • Manos y Ropa: El agua salpicada contamina las manos y la ropa, facilitando la contaminación cruzada en otras áreas de la cocina.

La única manera de eliminar bacterias de forma eficaz en el pollo y otras carnes es mediante la cocción adecuada.

La única solución: Cómo cocinar el pollo de forma segura

El calor es el verdadero desinfectante de las carnes crudas. Para garantizar que el pollo sea completamente seguro para el consumo, enfócate en la cocción:

  • Temperatura Mínima: Cocina el pollo hasta que alcance los 74 °C en el centro. Si es posible, utiliza un termómetro de cocina para asegurar esta temperatura.
  • Revisa los Jugos: El pollo estará listo cuando los jugos que desprenda sean claros, no rosados.
  • Evita lo Semicrudo: Nunca consumas pollo poco cocinado, sellado o “a medio hacer”.
  • Recalentamiento: Si recalientas sobras, asegúrate de que el pollo esté bien caliente en todas sus partes.

Seguridad alimentaria en casa: Más allá de lavar el pollo

El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) desaconseja lavar el pollo, la carne de res, cerdo, cordero o ternera, ya que esta práctica no elimina las bacterias y solo aumenta el riesgo.

Para evitar intoxicaciones alimentarias en tu hogar, es crucial seguir estas recomendaciones de manipulación:

  1. Manipulación Segura: Si deseas retirar el exceso de humedad, seca suavemente el pollo o la carne con toallas de papel desechables y llévalo directamente a cocinar.
  2. Prevención de Contaminación Cruzada: Separa siempre las carnes crudas de otros alimentos (verduras, frutas, alimentos listos para comer).
  3. Usa Utensilios Diferentes: Utiliza tablas de cortar y cuchillos distintos para manipular el pollo crudo y otros ingredientes.
  4. Lavado de Manos Estricto: Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular cualquier carne cruda.
  5. Limpieza de Superficies: Limpia y desinfecta el fregadero y las encimeras inmediatamente después de preparar el pollo.
  6. Refrigeración y Descongelación: Descongela siempre en el refrigerador, nunca sobre la encimera. Refrigera las sobras rápidamente; nunca las dejes más de 2 horas a temperatura ambiente.

Lavar el pollo no lo hace más limpio; solo aumenta el riesgo de propagar gérmenes peligrosos. La seguridad alimentaria reside en la higiene de la cocina y en la temperatura final de cocción.

¿Conocías el riesgo de lavar el pollo crudo? ¡Comparte estos pasos de seguridad para ayudar a otros a cocinar de forma más higiénica!

 

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