Hábitos comunes que están perjudican tu salud dental
Son acciones que a menudo etiquetamos como "hábito" o "manía", pero que también pueden pasar factura a nuestros dientes. Y son mucho más comunes de lo que nos gustaría.
Cuando hablamos de hábitos poco saludables para nuestra salud bucodental, tendemos a centrarnos casi exclusivamente en la higiene general y el cuidado de nuestra boca. Los ejemplos pueden incluir un cepillado incorrecto o no hacerlo después de las comidas, olvidarse de utilizar el hilo dental o no cambiar nuestro cepillo de dientes con la frecuencia adecuada.
Sin embargo, hay otros hábitos poco saludables que pueden afectar negativamente a nuestra salud bucodental, pero puede que nos cueste reconocerlos como perjudiciales. Son acciones que a menudo etiquetamos como “hábito” o “manía“, pero que también pueden pasar factura a nuestros dientes. Y son mucho más comunes de lo que nos gustaría.
Y como sabemos, el el primer paso para solucionar un problema es tomar conciencia de él, por eso te compartimos la siguiente lista de algunos malos hábitos que podrían perjudicar tu salud bucodental. De este modo, podrás intentar evitarlos o, al menos, esforzarte por hacerlo.
Esta práctica es común en personas ansiosa y puede desgastar el esmalte dental y hasta romper piezas dentales. Para evitarlo, puedes usar esmaltes de uñas con sabor desagradable o buscar alternativas para manejar la ansiedad.
Si bien el cepillado regular es esencial, hacerlo con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas duras puede dañar las encías y el esmalte dental. Cepilla tus dientes con movimientos circulares suaves durante dos minutos, por lo menos dos veces al día. Si notas sangrado de encías, consulta a un dentista.
Esto no es algo que se suela hacer a diario, pero sí que es relativamente habitual que, ante determinadas dificultades (tener las manos ocupadas, no poder abrir alguna bolsa, quitar una etiqueta,abrir un paquete o abrir una botella…) recurramos a nuestros dientes. Y puede tener consecuencias mucho más graves de lo que pensamos.
Puedes romperte un diente, lastimarte la mandíbula o incluso tragar un pedazo del objeto. Usa las herramientas adecuadas para cada tarea. Mejor perder un minuto en buscar las herramientas adecuadas, ¿no te parece?
Mordisquear bolígrafos, lápices, las patillas de las gafas u alguna otra cosa puede desgastar los dientes y causar su desplazamiento o rotura. Además, estos objetos pueden contener bacterias que pueden causar infecciones, así que ¿por qué morderlos?. Busca alternativas para aliviar el estrés o la ansiedad, como masticar chicle sin azúcar o practicar técnicas de relajación.
El tabaco no solo afecta tu salud en general, sino que también tiene un impacto devastador en tu salud bucal. Más allá de la estética, donde la nicotina amarillea los dientes, fumar aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades graves en la cavidad bucal.
El bruxismo, o rechinar los dientes, es un trastorno que afecta a un 20% de la población, especialmente durante el sueño. Aunque a menudo pasa desapercibido, puede tener graves consecuencias para tu dentadura.
El roce constante de los dientes puede desgastar el esmalte, haciéndolos más sensibles y propensos a las caries. En casos severos, la presión ejercida al rechinar los dientes puede llegar a romperlos. La tensión en los músculos de la mandíbula puede provocar dolor de cabeza, oído y cuello.
Este comportamiento es posible solucionarlo haciendo ejercicios de relajación y tomando consciencia de las acciones. También mediante el uso de un protector bucal nocturno.
Si bien son una herramienta tradicional para eliminar restos de comida, los palillos pueden dañar las encías. Tras el almuerzo o la cena es habitual que nos queden restos de comida entre los dientes.
Sin embargo, utilizar un palillo para retirar restos de comida no es una buena solución, ya que es fácil que nos hagamos daño en las encías. En estos casos, lo mejor es que optemos por beber agua, que nos ayuda a limpiar los dientes de forma natural, y por masticar chicle, que nos ayuda a incrementar la salivación. Y, por supuesto, deberemos lavarnos los dientes en cuanto tengamos ocasión.
Aunque la mayoría de los hábitos de esta lista pueden parecer “inocentes” o no se relacionan de forma directa con una mala salud bucal, lo cierto es que todos ellos la perjudican gravemente. Y recuerda acudir a tu dentista por lo menos dos veces al año para una revisión.
Y si tienes alguno o varios de estos hábitos, es momento de ponerles un alto y cuidar de tu salud bucodental.
Con información de RuanoPoliClinicaDental y El País