Ir al baño es algo que todos hacen y nadie realmente quiere hablar al respecto—al menos en público. Aunque no es un tema popular, es normal tener preguntas sobre los hábitos de ir al baño.
¿Qué es lo normal? ¿Qué no es normal? ¿Por qué se hunde la popó? Tienes una idea. Para descubrir más, preguntamos a los doctores la ciencia detrás de algunos de nuestros hábitos extraños de ir al baño.
Las neuronas sofisticadas e inteligentes en tus intestinos que controlan las contracciones del colon, lo cual expulsa el desperdicio, también son influenciadas por el ritmo circadiano de tu cuerpo, el reloj interno que te despierta cuando sale la luz y te da sueño por la noche, dice Pankaj J. Pasricha, MD, director de neurogastroenterología en el centro John Hopkins para neurogastroenterología. Así que la mayoría de las personas no tienen la urgencia de vaciar su colon en la mitad de la noche.
Por otra parte, la vejiga, que actúa como una reserva para el flujo continuo de orina producido en los riñones, se puede estirar solo a cierto volumen antes de que tengas que ir. Normalmente, puedes dormir de 6 a 8 horas sin tener que probar, pero algunas condiciones médicas (diabetes tipo 2 es una) o beber mucha agua antes de ir a la cama te pueden despertar para usar el baño por la noche.
El colon está dormido durante la noche, pero se despierta y empieza a contraerse cuando despiertas, barriendo los gases que habían estado atrapados ahí toda la noche.
“El volumen más alto y la emisión más larga del día es usualmente en la mañana cuando el colon se despierta”, dice la gastroentologa Anish Sheth, MD, autora de What’s Your Poo Telling You?.
No eres solo tú: un 30 por ciento de las personas sienten la urgencia de tener un momento en el baño tras el café de la mañana, reporta el Washington Post.
No culpes solo a la cafeína. El café estimula el colon distal, lo cual acelera la salida de residuos, por decirlo así, según investigaciones en Diseases of the Colon and Rectum y the European Journal of Sport Science.
La acidez del café podría ser un factor. Su ácido clorogenico causan que el estómago produzca más ácido gástrico, lo cual podría causar que el estómago se deshaga de su contenido más rápido de lo normal.
La Dra. Sheth llama a la agradable sensación “popó-foria”. Ocurre cuando tus movimientos intestinales estimulan el nervio vago, lo cual corre del tronco encefálico al colon.
Cuando el nervio vago es estimulado, puede causar sudor y escalofríos, y también una bajada en la presión sanguínea y ritmo cardiaco. Toma una gran cantidad de popó para detonar la popó-foria, por lo que podría no ocurrir todas las veces que vas al baño.
Los componentes que dan a esas alitas Buffalo su color continúan relativamente igual tras digerirlos, así que hacen su camino hasta tu popó.
“Cuando la capsaicina entra en contacto con nuestra piel o mucosa, puede enlazarse con un receptor llamado TRPV1 (receptor de potencial transitorio V1)”, dice Christine Lee, MD, una gastroenterologa en la Clínica de Cleveland.
“Este receptor se encuentra por todo tu cuerpo, incluyendo tu tracto digestivo desde los labios/boca al año”. Explica que la capsaicina, un extracto del chile que se encuentra en los alimentos picantes, a veces no se digiere completamente. Esto significa que cuando pasa por tu tracto digestivo, puede detonar los receptores de TRPV1.
“Para cuando llega al final de tu tracto digestivo, cualquier capsaicina restante en el desperdicio puede encender estos receptores en tu ano y permitirte sentir el dolor/quemazón una vez más”, dice Lee.
Casi 40 por ciento de las personas se estriñen cuando viajan, y es principalmente por lo cambios en tu rutina, según la Dra. Levine.
Horarios de comida distintos, una agenda de sueño cambiada, o cambio de horario puede confundir al ritmo circadiano de tu cuerpo y afectar tu proceso digestivo.
Cuando inicia tu periodo, tu cuerpo suelta hormonas llamadas prostaglandinas, lo cual ayuda a que tu útero se contraiga—y puede afectar también a tus intestinos.
Según Ada McVean con McGill University’s Office for Science and Society, el problema ocurre cuando esas horribles prostaglandinas dejan el útero y son “detectadas por las células suaves del músculo del intestino grueso”, haciendo que se contraigan.
La popó que flota puede contener grasa, lo cual puede ser una señal de que tu cuerpo está teniendo problemas absorbiendo los nutrientes de la comida. La mal absorción está ligado con condiciones como la enfermedad celiaca o pancreatitis crónica.
Aún así, el que flote ocasionalmente no es razón para preocuparse.
Las medicinas que se te dan a la hora de la cirugía, los analgésicos que podrías tomar después, y la falta de actividad que ocurre durante la recuperación pueden detonar el estreñimiento.
Tu doctor seguramente te ofrecerá laxantes antes después de la cirugía y, si no, pregúntale si podría estar recomendado para ti, Richard C. Selenick, MD, recomienda en tu blog en HuffingtonPost.com.
Tomado de thehealthy.com 9 Weird Pooping Habits, Explained By Science
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.