Nuestro estado de ánimo puede convertirse en un gran obstáculo. Un estudio realizado por la Universidad de Warwick en Reino Unido descubrió que una persona feliz es 12 por ciento más productiva en comparación con sus compañeros infelices.
“Tiene sentido si consideramos que la depresión se caracteriza por una falta de motivación y de atención”, dice la psiquiatra holística Aparna Iyer. “Incluso aunque el desánimo no te detenga, sí puede volverte menos eficiente”.
Si notas que se te dificulta conservar el optimismo, no dudes en pedir ayuda profesional: te ayudará a evaluar tus metas y a lograr un mejor equilibrio entre tu vida personal y la profesional.
Ya conoces los beneficios del ejercicio. Pero también mejora considerablemente tu estado de ánimo al liberar endorfinas que alivian tu estrés e incrementan la actividad mental.
Hasta 30 minutos de actividad física de moderada a alta pueden ayudarte a lograr tus metas personales y profesionales. “Se ha demostrado que cualquier actividad aeróbica (incluso de bajo impacto) puede ser muy efectiva”, afirma la doctora Iyer.
Si no te gusta ir al gimnasio, recluta a un compañero de ejercicio o intégrate a un grupo para mantenerte motivado.
Es importante hacer una pausa. Las investigaciones han mostrado que las labores prolongadas que requieren altos niveles de concentración, energía y atención reducen tu productividad con el tiempo. ¿Qué puedes hacer? Tomar ratos de descanso.
“Apartar un poco de tiempo para pensar en otros temas ayuda a mantener la concentración por más tiempo”, dice la doctora Iyer. No hablamos de ir a la cafetera y regresar: levántate de tu silla, camina alrededor de la manzana o, mejor, toma una clase de yoga por las tardes. Hacerlo liberará tu mente y te ayudará a relajarte.
“Cuando hacemos esas pausas aumentamos nuestra concentración y entusiasmo por nuestro trabajo”, explica el psicólogo Wyatt Fisher. “Pero cuando nos esforzamos por terminar un proyecto sin descansar, la calidad del mismo tiende a disminuir”.
Es cierto que la mayoría de las oficinas no te dejan elegir en dónde trabajarás, pero si puedes acercarte a una ventana, hazlo. Se ha demostrado que la exposición a la luz del sol aumenta nuestro bienestar, calidad del sueño y niveles de actividad.
La doctora Iyer agrega que la exposición prolongada a la oscuridad aumenta nuestra melatonina, afectando nuestros niveles de energía y estado de ánimo.
Si no puedes trabajar cerca de una ventana, esfuérzate por pasar tiempo al aire libre a la hora de la comida o después de la salida para aumentar tu exposición a la luz solar.
Puede parecer contradictorio dado que muchos trabajos implican estar conectados. Pero ahora sabemos que pasar demasiado tiempo así, sobre todo frente a la computadora, no solo nos vuelve menos productivos sino que también aumenta el estrés y la fatiga.
“Sentirse permanentemente conectado hace que nos sintamos muy exigidos”, dice la psicóloga Risa Stein. “Esto deriva en fatiga emocional y mental, además del estrés de intentar atender demasiados temas para demasiadas personas por demasiado tiempo”.
Su propuesta es apartar algunos minutos al día para utilizar una app de relajación o caminar. “Dile a tus contactos que solo respondes e-mails a ciertas horas del día, y cúmplelo”, sugiere.
Aunque tus habilidades de multitasking son sorprendentes, por tu bien (y el de tu jefe) intenta hacer una sola cosa a la vez.
“Creemos que podemos hacer todo al mismo tiempo, y que eso nos hace mejores. Sin embargo, se ha demostrado lo opuesto”, dice el doctor Fisher.
“Nuestra eficiencia disminuye porque tenemos demasiadas tareas pendientes”. Una mejor opción es concentrarte en un solo tema hasta terminarlo, y ya entonces pasar al siguiente.
Desvelarse no es sinónimo de eficiencia. Se ha relacionado a la falta de sueño con una disminución en los niveles de productividad y en la calidad del desempeño laboral.
La doctora Stein recomienda usar una app o sistema de monitoreo para analizar la calidad de tu sueño. “Si es deficiente, determina si tienes problemas para dormirte (necesitas mejorar tu higiene del sueño) o permanecer dormido (debes cambiar ciertos hábitos, como comer o beber poco antes de irte a dormir)”.
Parece difícil en el caso de las oficinas modernas, pero se ha descubierto que el entorno influye considerablemente en tus niveles de productividad.
“El entorno perfecto es aquel donde el individuo cuenta con espacio suficiente para trabajar sin que lo distraigan las conversaciones a su alrededor”, dice la doctora Stein.
Sin embargo, no te conviertas en un ermitaño laboral: para un intercambio libre de ideas, lo ideal es la existencia de áreas comunes alejadas de las estaciones individuales de trabajo.
¿Consideras que tus hábitos son productivos?
Tomado de rd.com 8 Daily Habits of Naturally Productive People
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