Es un error pensar que ya no tenemos nada que aprender acerca del sexo
En estos párrafos damos cuenta de algunos descubrimientos recientes en el campo de la investigación sobre la sexualidad humana.
En estos párrafos damos cuenta de algunos descubrimientos recientes en el campo de la investigación sobre la sexualidad humana, para que los archives en tu carpeta mental de “Noticias que me pueden servir”. Porque la ciencia jamás deja de buscar respuestas a por qué hacemos lo que hacemos.
El acto sexual acelera el ritmo cardiaco y equivale a una actividad física “moderada”. A esta conclusión llegaron investigadores de dos universidades de Montreal tras medir los niveles de esfuerzo de 21 parejas durante el coito.
Pero si lo que buscas es una mejor salud, el sexo tal vez no debería ser tu único ejercicio cardiovascular. Los expertos dicen que deberíamos hacer unos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana para mantener la salud cardiaca.
Las parejas de Montreal, cuyas relaciones íntimas duraban unos 24 minutos, habrían necesitado tenerlas casi todos los días para alcanzar ese nivel de esfuerzo.
Sorprendentemente, otro grupo de investigadores determinó que la frecuencia óptima de las relaciones sexuales no es la diaria. Las personas más felices son aquellas que las tienen una vez a la semana, según un análisis de estudios realizados entre más de 15,000 estadounidenses.
Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder descubrieron que la felicidad también puede provenir de comparar la frecuencia con que uno practica sexo con la de otras personas.
“Hacer el amor a menudo nos alegra, pero pensar que lo hacemos más veces que los demás nos hace aún más felices”, dice Tim Wadsworth, profesor de sociología. Sin embargo, también se ha observado que cuando una persona piensa que los demás tienen relaciones íntimas con más frecuencia que ella, se siente infeliz.
Esta famosa carrera ciclista tiene ya un lugar en los anales de la investigación científica sobre la sexualidad. Erik Postma, biólogo evolutivo de la Universidad de Zúrich, pidió a un grupo de personas que evaluaran el atractivo físico de 80 ciclistas a quienes no conocían.
Los competidores considerados más atractivos tendieron a tener un buen desempeño en la carrera. Se cree que la evolución ayudó a que los primeros humanos vincularan la resistencia física con factores como el atractivo facial, explica Postma, y es posible que hoy día prevalezca la preferencia por los individuos que tienen pinta de poder llegar lejos.