Han Solo, el chico que soñaba con volar entre las estrellas
Mas que un rebelde, Han Solo siempre le ha sido fiel a sus propios ideales, a lo que le hace latir su corazón.
Nunca voy a olvidar el primer momento en el que conocí a Han Solo, estaba con mi papá viendo un maratón en el canal 5 de la trilogía original, yo debo haber tenido 6 o 7 años y me enamoré perdidamente de él.
Un pirata contrabandista con un look desenfrenado que no le importa quedar bien ante una princesa, pero que tiene un corazón tan grande que prefiere poner en peligro su amada nave y su cabeza (literal) para salvar a sus amigos.
Mas que un rebelde, Han siempre le ha sido fiel a sus propios ideales, a lo que le hace latir su corazón.
Harrison Ford era la persona perfecta para este personaje, por que estaba hecho para el, después del éxito (impredecible) que tuvo “Una nueva esperanza” la creación del personaje partió de allí, de la maravillosa actuación que pudimos ver, con las habilidades, aptitudes y personalidad que este gran actor no puede ocultar.
Para mí eso es lo que significaba Han Solo, una mezcla de personalidad, corazón y encanto, por eso mis latidos se trabaron un poco cuando me enteré que Disney pensaba realizar una precuela a la historia de mi amor platónico de la niñez, ¡casi me da un infarto! Es por eso que el sábado corrí a la sala de cine a ver que habían hecho con el héroe de mi infancia.
Salí sorprendida, hay un par de cosas que no soporte, y me parece que están de más, quizás algunas explicaciones innecesarias, pero al final te ayudan a sentir un poco de nostalgia, a pensar que si, es él, una versión joven (con el 50% de la personalidad de Harrison Ford) pero al final él.
Un corazón inquieto, con hambre de volar por el universo a cualquier costo, pero que al mismo tiempo se aferra a cosas pequeñas: unos dados que le indican el camino y le recuerdan que la vida es un golpe de suerte, una pistola que te hace sentir un nudo en la garganta, muchas capas de colores brillantes que le pertenecen a su mejor amigo humano, y por supuesto, el primer encuentro con sus dos grandes amores, Chewbacca y el Halcón Milenario.
La nave corelliana que este héroe quiere más que a si mismo, la parte que le faltaba para estar completo, sus alas para poder volar por las estrellas, la vemos por primera vez nueva, limpia, sin un rasguño y con la nave de escape aún en la parte frontal.
Que emocionante es verla volar por el espacio a la velocidad de la luz en un solo movimiento, conocer sus entrañas y su cerebro, y entender que más que una nave es parte de la familia de Han, esa es la razón por la que él es un hombre libre.
Con respecto a la película, sé que hay mucho escepticismo por que no podemos quitarnos de la mente que Harrison Ford es Han Solo. Alden Ehrenreich, quien interpreta nuestro contrabandista favorito, hizo un buen papel, aunque le falto voz y personalidad, en lo personal se queda corto ante tan grandes zapatos que tenía que llenar.
Pero con esto no quiero decir que la película sea mala, al contrario el director Ron Howard hizo un gran trabajo, me regaló dos horas llenas de nostalgia, acción y emoción. Me hizo sentir como esa niña de 7 años sentada junto a su papá, que no quería parpadear para no perderse ni un segundo y eso, es lo mejor que te puede regalar una película.