Hígado graso, la pandemia silenciosa del nuevo siglo
El hígado es el laboratorio principal de nuestro cuerpo, realiza más de 500 funciones, apoya a la digestión, almacena energía y elimina toxinas.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico, como su nombre lo indica, no está relacionada con el consumo de alcohol. Existen dos tipos:
Hígado graso simple: Hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado. En general, el hígado graso simple no es demasiado serio como para causar daño o complicaciones hepáticas.
Esteatosis hepática no alcohólica: Existen inflamación y deterioro en las células del hígado así como grasa. La inflamación y el daño celular hepático pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatosis puede causar cirrosis o cáncer de hígado.
Como su nombre lo indica, se debe al alto consumo de alcohol. Tu hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas.
Estas sustancias pueden perjudicar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo, explica Fernando Pérez Galaz, médico cirujano certificado por el Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad.
“Debido a que la enfermedad hepática del hígado graso no causa síntomas en la mayoría de los casos, generalmente se detecta cuando se realizan pruebas por otras razones que indican un problema en el hígado.
Esto puede suceder si el órgano tiene una apariencia anormal en una ecografía o si tienes un análisis de enzimas del hígado con resultados anormales” comenta Pérez Galaz.
Cuanto más alcohol bebes, más lo dañas. La enfermedad del hígado graso por alcohol es la etapa más temprana de la enfermedad del hígado por el alcohol (o hepatopatía alcohólica). Las siguientes etapas son la hepatitis alcohólica y la cirrosis.
Los investigadores no conocen la causa, sin embrago, el Dr. Fernando Pérez Galaz señala los tipos de personas más afectadas por este padecimiento:
En general, tanto la enfermedad de hígado graso como la enfermedad del graso por alcohol son afecciones silenciosas que tienen pocos o ningún síntoma. Si presenta síntomas, puede sentirse cansado o tener molestias en el lado superior derecho del abdomen.
Debido a que a menudo no hay síntomas, no es fácil diagnosticar. Su médico puede sospechar que la tiene si obtiene resultados anormales en pruebas del hígado que se haya hecho por otras razones.
Existen ciertas señales para identificarlo como el cansancio o dolor abdominal, sin embargo, si se tiene sobrepeso, es importante tratarlo de forma adecuada y hacer una dieta para adelgazar de manera saludable, pues someter al organismo a pérdidas bruscas de peso puede agravar esta enfermedad.
El director de la Clínica Balianz, Pérez Galaz recomienda perder peso, pues se reduce la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. Si tu doctor cree que un medicamento es la causa debes dejar de tomarlo, bajarle la dosis o probar con otro fármaco.
No hay medicamentos aprobados para tratarlo. Los estudios están buscando si un determinado medicamento para la diabetes o la vitamina E puede ayudar, pero se necesita mayor investigación.
Tanto la enfermedad del hígado graso relacionado al alcohol como un tipo de enfermedad del hígado graso no alcohólico (esteatohepatitis no alcohólica) pueden conducir a cirrosis.
Los médicos pueden tratar los problemas de salud causados por la cirrosis con medicamentos, operaciones y otros procedimientos médicos. Si la cirrosis conduce a insuficiencia hepática, es posible que necesite un trasplante de hígado.
Dieta saludable. Limita sal y azúcar e incorpora frutas, verduras y granos integrales en abundancia.
Vacúnate. La inmunización contra la hepatitis A y B, la gripe y la enfermedad neumocócica. Si tienes hepatitis A o B junto con hígado graso es más probable que conduzca a insuficiencia hepática.
Las personas con enfermedad hepática crónica son más propensas a contraer infecciones, por lo que las otras dos vacunas también son importantes.
A moverse. Haz ejercicio con frecuencia, lo que le puede ayudar a perder peso y reducir la grasa en el hígado.
Infórmate. Habla con tu médico antes de usar suplementos dietéticos como vitaminas o cualquier medicina o práctica médica complementaria o alternativa. Algunos remedios herbarios pueden dañar al hígado.
De acuerdo con estudios de la Universidad de Harvard, el hígado graso es una enfermedad que afecta a alrededor de 80 millones de personas, así que identificarlo será fundamental para su tratamiento adecuado, pues quienes lo padecen pueden morir a causa de enfermedades cardiovasculares que están asociadas fuertemente con este padecimiento.