Hipertensión en mujeres: lo que debes saber para proteger tu corazón

La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, afecta a millones de mujeres en todo el mundo. A menudo silenciosa, esta condición puede pasar desapercibida hasta que desencadena complicaciones graves. Conocer sus particularidades en la salud femenina es clave para prevenir riesgos y cuidar el corazón.

La hipertensión en mujeres suele estar subdiagnosticada

A la hipertensión se le llama el “asesino silencioso” porque rara vez presenta síntomas evidentes. Sin embargo, en las mujeres, esta invisibilidad puede ser aún mayor. Los síntomas, cuando aparecen, suelen confundirse con otras condiciones como el estrés, la ansiedad o los cambios hormonales propios de la menopausia.

“Las mujeres tienden a no reportar sus síntomas y pueden presentar señales menos comunes como fatiga o dolores de cabeza”, señala la Dra. Aye Thandar Win, cardióloga especializada en salud femenina. Además, factores hormonales como el uso de anticonceptivos, el embarazo o la menopausia pueden alterar la presión arterial y dificultar su diagnóstico.

Un problema adicional es el sesgo médico y social: investigaciones indican que muchas mujeres —especialmente mujeres negras o de comunidades marginadas— reciben diagnósticos tardíos o tratamientos insuficientes para afecciones cardiovasculares, incluida la hipertensión.

Factores de riesgo particulares en mujeres

Aunque existen riesgos comunes para toda la población, algunas situaciones son especialmente relevantes en la salud femenina:

  • Menopausia: la disminución de estrógenos reduce la protección cardiovascular natural.

  • Complicaciones en el embarazo: condiciones como la preeclampsia elevan el riesgo de hipertensión a futuro.

  • Anticonceptivos orales: ciertas píldoras pueden elevar la presión arterial, por lo que es necesario un control periódico.

  • Antecedentes familiares: si hay casos de hipertensión en tu familia, tu riesgo es mayor.

  • Estilo de vida: estrés, sedentarismo, tabaquismo o dieta alta en sodio aumentan las probabilidades.

  • Factores socioeconómicos: el acceso limitado a atención médica y alimentos saludables afecta especialmente a mujeres de sectores vulnerables.

Síntomas a los que debes prestar atención

Muchas mujeres con hipertensión no presentan síntomas, lo que hace fundamental medirse la presión arterial de forma regular, incluso si te sientes bien. No obstante, si la presión está muy elevada, podrías experimentar:

  • Dolores de cabeza frecuentes

  • Mareos o visión borrosa

  • Fatiga o sensación de palpitaciones

  • Dolor en el pecho o dificultad para respirar

  • Sangrados nasales ocasionales

  • Ansiedad sin causa aparente

Si detectas alguno de estos signos, no los minimices. Acude a tu médico para que evalúe tu presión arterial.

¿Cómo afecta la hipertensión a la salud femenina?

La hipertensión sin tratamiento puede dañar de forma progresiva el corazón, los riñones, la vista y el cerebro. En las mujeres, hay un riesgo particular de desarrollar insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada, una condición en la que el corazón bombea con normalidad pero no se llena correctamente. Es más común en mujeres que en hombres.

Además, si estás embarazada o planeas estarlo, la hipertensión puede generar complicaciones tanto para ti como para tu bebé, y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca en el futuro.

Cómo controlar la hipertensión: hábitos clave

La buena noticia es que la hipertensión se puede controlar —e incluso revertir— con un manejo adecuado. Aquí algunas estrategias:

Cambios en el estilo de vida

  • Alimentación cardiosaludable: opta por frutas, verduras, granos enteros y alimentos bajos en sodio. La dieta DASH es una excelente guía.

  • Actividad física: procura al menos 30 minutos de ejercicio moderado cinco días por semana.

  • Evita el tabaco y limita el alcohol: estos hábitos elevan la presión y dañan tus arterias.

  • Dormir bien: dormir al menos siete horas ayuda a regular la presión y reducir el estrés.

  • Gestión del estrés: técnicas como meditación, respiración profunda o yoga pueden ayudarte.

Medicamentos

En algunos casos, estos cambios no son suficientes. “Las mujeres pueden responder de forma distinta a ciertos fármacos, por eso el tratamiento debe ser personalizado”, explica la Dra. Win. Existen múltiples opciones y tu médico te indicará la más adecuada con base en tu perfil y posibles efectos secundarios.

¿Cuándo consultar al médico?

Aunque te sientas bien, es importante hacer chequeos regulares de presión arterial, especialmente en etapas como el embarazo o la menopausia. Consulta con tu proveedor de salud si:

  • No te has medido la presión en el último año.

  • Tienes antecedentes familiares de hipertensión o enfermedad cardiovascular.

  • Estás en tratamiento anticonceptivo o pasas por la menopausia.

  • Notas síntomas inusuales o persistentes.