Nadie se escapa de ser hipertenso, sobre todo con el estilo de vida actual en donde predomina la mala alimentación, la obesidad y el sedentarismo. La presión arterial alta ocasiona cada año la muerte de 10 millones de personas en todo el mundo a pesar de que existen métodos de medición adecuados que podrían evitar esos decesos.
La hipertensión es un problema de salud pública en México. El 25 por ciento de los mexicanos de más de 20 años vive con este padecimiento crónico, lo que equivale a unos 20 millones de personas, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016.
Si es preocupante que uno de cada tres mexicanos sea hipertenso, todavía es más alarmante que la mayoría desconoce su enfermedad, pues la hipertensión arterial sistémica carece de síntomas específicos. De ahí que sea conocida como el ‘asesino silencioso’.
La hipertensión arterial sistémica es un problema en el mundo, sobre todo su diagnóstico, el cual ahora es más complejo debido a que han cambiado los parámetros.
La presión arterial no es otra cosa que la fuerza que ejerce el corazón al expulsar la sangre contra las paredes de las arterias. El corazón es una bomba y como cualquier bomba ejerce una presión. El corazón se llena de sangre y la fuerza que ejerce para impulsarla hacia todo el organismo se conoce como presión arterial.
La hipertensión es una presión por encima de los niveles considerados normales. “Es una enfermedad crónica, así que cuando diagnosticamos a una persona con hipertensión jamás se va a curar, pero sí se puede controlarla y tener una buena vida” explica Pedro Gutiérrez Fajardo, presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México.
La presión alta es producida por factores genéticos como ingesta excesiva de sodio, edad avanzada (aunque ya es más común entre jóvenes), tabaquismo, sedentarismo y enfermedades crónicas como obesidad y diabetes.
Hace año y medio se reunieron once sociedades internacionales para acordar parámetros que faciliten el diagnóstico de ese padecimiento. Antes se creía que una presión de 140/90 era normal, pero ahora se sabe que no es así. “A través del tiempo se ha observado que los pacientes con esos números se mueren más que quienes tienen 120 o menos de presión”.
En la actualidad la presión arterial ideal para todos los grupos etarios es de 120/80. “Todo lo que esté por encima de esos valores es hipertensión” precisa Pedro Gutiérrez Fajardo.
Casi 18 millones de personas mueren cada año por las enfermedades cardiovasculares, y se calcula que la hipertensión contribuye a la mitad de esos decesos, o sea, unos 10 millones de personas.
Estas muertes son innecesarias porque existen formas de medir la presión arterial y así controlarla, puntualiza el cardiólogo. “Quienes están sanos creen que no es importante un monitoreo constante, y quienes son hipertensos tampoco lo consideran tan necesario porque la enfermedad no da síntomas ni molestias”.
Otra cuestión que dificulta el monitoreo cotidiano es la creencia de que es una enfermedad de adultos mayores. “Hay nuevos casos de pacientes de 20 años, así que ser joven no nos protege” especifica.
Otros dos mitos que deben caer son que la padecen más las personas que habitan ciudades así como de clase económica alta, pero la realidad es que ya la padece gente de cualquier región y de todos los estratos sociales.
Uno de cada tres hipertensos, aunque esté bajo tratamiento, no logra el control de su presión. Por cada 20 ml/10 de mercurio que aumenta la presión se duplica la posibilidad de morir. “No es lo mismo 115/75 a 135/85, tan solo ese cambio duplica el riesgo de muerte prematura” alerta el cardiólogo.
No es el número, no es el diagnóstico, no es el tratamiento, lo que importa es alcanzar una presión normal o de lo contrario se corre el riesgo de un infarto, de una embolia o de un problema renal.
Hay jóvenes con insuficiencia renal que solo se les halló hipertensión
El presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México dijo que es muy común que los médicos descubran que un paciente es hipertenso cuando ya se infartó o llega con problemas renales.
Una presión en 110/80 te aleja de una muerte prematura, así que es importante activar mecanismo de prevención y mantenimiento mediante un estilo de vida saludable que se caracterice por una alimentación equilibrada, actividad física regular, manejo del estrés, descanso adecuado, apego a los tratamientos y —sobre todo— la medición habitual de la presión arterial.
Conocer la presión arterial es un valor predictivo que ayuda en la toma de decisiones, así que además de medirla hay que registrarla y compartirla con los profesionales de la salud que están a nuestro alrededor.
Para que este proceso sea fácil y llevadero existen monitores de presión arterial que a través de la tecnología Bluetooth® facilitan compartir los registros de una forma sencilla para un control más puntual. Este tipo de dispositivos funcionan a través de una aplicación llamada Omron Connect que se encuentra disponible en iOS y Android.
Estos dispositivos médicos aprobados clínicamente cuentan con un sensor que indica la postura correcta que mejora la precisión de los resultados.
También indican que han sido colocados de manera incorrecta o que existe algún movimiento excesivo que podría alterar la lectura e informan sobre la existencia de latidos del corazón irregulares potencialmente riesgosos, explica Michel Barriga, director general de Omrom Healthcare México.
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