Huevos endiablados
Una receta novedosa de un canapé clásico. Hay un plato que se ve repetido una y hasta dos veces en los bufés: los huevos endiablados, y aun así es casi seguro que se acaben....
Una receta novedosa de un canapé clásico.
Hay un plato que se ve repetido una y hasta dos veces en los bufés: los huevos endiablados, y aun así es casi seguro que se acaben. ¿Por qué “endiablados”? No porque sean una tentación (aunque lo son), sino por las especias picantes que llevan.
A algunas personas les gusta aderezarlos con jamón serrano, camarones fríos o tomate escalfado, pero los conocedores dicen que lo más importante es la consistencia elástica de las claras y el picor de las yemas. Para complacer a los más exigentes, empieza por elegir huevos que tengan varios días, pues los más frescos pueden ser muy difíciles de pelar. Ponlos en una olla, agrégales agua fría hasta cubrirlos unos 2.5 centímetros y ponlos a hervir. Cuando el agua suelte el hervor, déjalos cocer ocho minutos a fuego bajo. Para que las yemas no se cuezan de más, sumérgelos 30 segundos en agua helada antes de pelarlos.
Si cocer los huevos es una ciencia, preparar las yemas es un arte. Si no tienes una vieja receta de familia con la proporción justa de mostaza y mayonesa para el relleno, no te preo-cupes. Mezcla 12 yemas con una taza de tu mayonesa favorita y un cuarto de taza de tu mostaza predilecta. Añade sal, pimienta y páprika al gusto, y habrás creado un plato digno de pasar al recetario familiar.
Para que el relleno quede más cremoso, añádele un poco de mantequilla. Si quieres que pique más, usa unas gotas de salsa Tabasco o un poco de rábano picante molido. Muchas personas no dan por terminado un relleno de huevos endiablados sino hasta que le han agregado una cucharadita de jugo de limón y una cucharada de pepinillos encurtidos, pero ésos ya son los últimos toques de un ambigú perfecto.
(La imagen es ilustrativa, el platillo no queda de esa forma)