Gajes del oficio: Tuve un alumno cuando era maestra de segundo
Un día mi esposo contestó el teléfono en su oficina y oyó al típico agente de televentas que le sugería actualizar los programas...
Ingenioso escape
Un día mi esposo contestó el teléfono en su oficina y oyó al típico agente de televentas que le sugería actualizar los programas de su computadora. Segundos después sonó la otra línea. Era un segundo vendedor que le ofrecía un seguro de vida. Mi esposo lo interrumpió y le dijo:
—Espere un momento, por favor. No vaya a colgar.
Entonces oprimió el botón para conferencias telefónicas y conectó ambas líneas.
T. O’Brien, Canadá
Cuando era yo maestra y trabajaba en una comunidad rural, tuve un alumno de segundo grado llamado Cristopher a quien le gustaba mucho participar en las clases. Un día pregunté al grupo cuáles eran los estados del agua. Cristopher levantó la mano y exclamó:
—¡Yo, maestra! ¡Yo sé!
Para dar oportunidad de responder a otros niños, volví a hacer la pregunta, pero nadie más parecía saber la respuesta.
Resignada, le dije a Cristopher:
—A ver. Dime entonces, ¿cuáles son los estados del agua?
Muy seguro de sí mismo, el niño contestó sin titubear:
—¡Salada, dulce y mugrosa!
Mayté Cabello, México
Soy mesera, y una vez atendí a una mujer que pidió un té helado.
—¿Endulzado, o sin endulzar? —le pregunté, muy solícita.
—¿Cuál es la diferencia? —replicó.
Ruth Anne Pluckhorn, Estados Unidos
Trabajo en un despacho de abogados. Cierta vez, después de un día especialmente ajetreado, le dije a mi esposo que mi oficina parecía un zoológico. Tras oírme decir esto, mi hijo Kevin, de seis años, preguntó muy emocionado:
—¿Podemos ir a visitarlo, mamá?
Erin Alexander, Canadá
Visité un restaurante donde había un letrero que decía: “Baños únicamente para clientes”. ¡Debe ser horrible trabajar allí!, pensé.
Demetri Martin, comediante
Mi filosofía es “vestirme para el tipo de trabajo que deseo”, y el empleo que quiero es el de un millonario excéntrico y ermitaño que trabaja de manera independiente.
@behindyourback
Estoy casi seguro de que los dinosaurios se extinguieron cuando dejaron de recolectar comida y empezaron a tener juntas para planear cómo recolectar más comida.
meetingboy.com
Normalmente, la religión es un tema prohibido para todos en la oficina donde trabajo, excepto para un compañero llamado Larry. Hace poco, cuando por enésima vez encauzó la charla hacia ese tema, otro colega me dijo al oído:
—Ese Larry… siempre tiene que meter a todos los santos, ¡por Dios!
Mark Latessa, Estados Unidos
Una nota dejada en la puerta del refrigerador de cierta oficina estaba dirigida “Al tragón que se comió lo que supuso que eran dos barras de helado de crema de cacahuate”.
Y en la parte de abajo había una firma: “Con afecto, la dueña de un perro estreñido”.
someecards.com