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Ingredientes claves en la dieta mediterránea

El queso se usa con frecuencia, pero casi siempre en cantidades moderadas. Los mariscos se comen con regularidad, así como los pescados grasos. Se sirve carne de vez en cuando y en porciones pequeñas, como parte de guisos y pastas.

Frutas y verduras

Los platillos mediterráneos hacen honor a los sabrosos y saludables ingredientes de la región, entre los que destacan las frutas y verduras frescas de temporada.

Aceitunas

El fruto del olivo es casi tan versátil como el aceite, pues se usa en ensaladas, estofados, guisos y rellenos, o se sirve como botana para disfrutarse con una copa.

Ajo

Machácalo para que libere sus aceites y suelte su intenso aroma. Si no quieres que el ajo predomine entre los demás sabores, antes de agregar los otros ingredientes córtalo en rodajas delgadas y cocínalas a fuego lento hasta que empiecen a dorarse.

No dejes que se tuesten demasiado, pues amargan los platillos. Para lograr un sabor más sutil, aumenta un diente de ajo sin cortar durante la cocción y retíralo antes de servir.

Te recomendamos: Ingredientes claves en la dieta mediterránea (parte 2)

Alcachofa

Está compuesta por tres elementos: las hojas externas, el corazón y el centro velloso, que no es comestible. Los corazones se pueden cocinar frescos o adquirir en latas o frascos. Como opción baja en grasa, elige los que han sido conservados en salmuera o vinagre.

Berenjena

Se usa ampliamente en la cocina mediterránea. Hay muchas variedades, que van desde las blancas y redondas y las moradas con forma de huevo hasta las largas, casi negras. La berenjena debe tener una apariencia firme, con cáscara brillante y lisa, y un tallo verde intenso. Combínala con jitomate, ajo, albahaca, pimiento, cebolla y aceite de oliva. Si le pones sal a la berenjena antes de cocinarla no absorberá tanto aceite.

Calabacita

Su delicado sabor va bien con sus primos de temporada, el jitomate y la berenjena, así como con la albahaca y la menta. Refrigera las calabacitas en una bolsa plástica sin ajustar y úsalas máximo tres o cuatro días después de comprarlas.

Te recomendamos: ¿Cuánto sabes de la dieta mediterránea? 

Cebollas

La familia de la cebolla consta de numerosas variedades que se consumen frescas o cocidas. Varían en sabor, ya que algunas son intensas y otras, dulces y suaves. La cebolla morada es ideal para ensaladas y la amarilla, más penetrante, es perfecta para cocinar.

Cuécelas a fuego lento para que suelten su sabor poco a poco. También se usan el cebollín, los chalotes y el poro.

Chiles

Los chiles rojos ya maduraron, por lo que son ligeramente más dulces que los verdes. Si quieres reducir su picor, quita las semillas y las venas del interior: corta el chile a lo largo con un cuchillo afilado y usa la punta para retirarlas.

Granada

Sus arilos (semillas) aportan color, sabor y textura a platillos dulces y salados. Para preparar una granada, pártela por la mitad y colócala en un tazón grande con agua.

Rompe o despedaza las mitades en el líquido, jalando la pielecita blanca para que se desprendan los arilos. Estos se irán al fondo y la cáscara y la piel flotarán a la superficie. Desecha estas últimas y cuela. Usa los arilos en carnes asadas, ensaladas y postres. Para extraer el jugo, licua o procesa los arilos y cuélalos.

Higos

Estos aportan un dulzor exquisito a cualquier platillo. A menudo se agregan higos deshidratados a los tajines y estofados de Marruecos. Frescos son muy populares en postres sencillos, bañados en miel, yogurt, queso ricota y frutos secos picados.

Hinojo

Esta verdura de sabor fresco anisado se consume cruda en ensaladas, cortada en rodajas delgadas, al horno o como parte de estofados cocidos a fuego lento.

Hojas verdes

Son muchas las que se usan en los países mediterráneos: desde la espinaca, la col rizada y la acelga hasta variedades regionales. Estas hojas aportan un delicioso sabor y grandes beneficios nutritivos.

Jitomates

Son la base de un sinfín de platillos mediterráneos. Busca que sean aromáticos, con tallos de color verde brillante. Guárdalos a temperatura ambiente, pues así conservan su sabor. Muchas recetas piden puré de tomate, pero lo puedes sustituir por jitomates sin piel enlatados; córtalos con unas tijeras dentro de la lata hasta que queden bien picados.

Legumbres

Garbanzos, lentejas, frijoles… todas son esenciales en los platillos mediterráneos y se usan tanto frescas como secas.

Limones

En esta región, ninguna otra fruta es tan importante como el limón para sazonar salsas, sopas, verduras, granos y dips. Es común en marinadas y para dar un toque cítrico a carnes, pollo y mariscos. Los limones encurtidos se usan en todo Medio Oriente y el norte de África, especialmente en estofados de carne y guisos de verduras.

¿Has probado este tipo de alimentación? ¿Qué es lo que más te gusta?

Staff

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