Eréndira Guerrero crea osos de tela utilizando las prendas de los fallecidos para su confección. Ella busca que este artículo ofrezca un poco de consuelo.
La pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 ha cambiado todo, hasta la manera en la que nos despedimos de nuestros muertos. Ahora hay misas y rosarios por zoom o autos que solo siguen a la carroza fúnebre para ver aunque sea de lejos el féretro del ser querido. Cada familia intenta paliar a su manera el dolor de la pérdida. Pero, ¿hubieras pensado en osos de tela?
Para infinidad de personas la despedida les fue vedada; dada la contagiosidad del virus, se les prohibió pasar los últimos momentos con sus familiares enfermos de Covid-19, por eso desde su pequeño taller casero ubicado en Ciudad Juárez, Eréndira Guerrero crea amorosamente un artículo que ofrece un poco de consuelo a las personas que perdieron a sus seres queridos: un oso de tela. Pero no es una tela cualquiera, la costurera utiliza las prendas de los fallecidos para su confección.
Aunque la pandemia ha creado un sector de clientes desconsolados que buscan maneras de mantener vivo el recuerdo de sus seres queridos, para esta artesana la confección de esos osos no es nada nuevo.
Hace tiempo, cuando Ciudad Juárez era considerado uno de los lugares más peligrosos de México por la violencia infringida por el crimen organizado, esta mujer se dedicó a crear los osos con la ropa que usaban las víctimas.
Los ‘memory bears’, nombre con el que se anuncian en la página de Facebook de Eréndira, miden unos 50 centímetros (varía según el tamaño de la prenda que le entreguen) y su relleno es hipoalergénico.
El proceso inicia cuando llega la tela, que debe enviarse lavada y planchada. El oso suele llevar un mensaje personalizado en español o en inglés. Una clienta eligió el siguiente: “Esta es la camisa que yo usaba, cuando la abraces, sabes que estoy contigo. Con amor, papá”.
Aunque los osos solían entregarse en dos o tres semanas, la demanda es tanta que la artesana pide paciencia. “Cada osito es hecho con mucho amor, cuidado y respeto, pues son prendas irremplazables” explica. Actualmente ha hecho más de 200.
Eréndira comenzó a elaborar artesanías a los 13 años. Aunque cuenta con un negocio llamado ‘Muñecas Late-lita’, al inicio de la pandemia se dedicó a la confección de cubrebocas reusables con leyendas personalizadas. La creación de los ‘memory bears’ inició a mediados del 2020.
Eréndira Guerrero está orgullosa de su labor. “La gente que los solicita no cerraron sus ciclos al 100 por ciento, así que cuando reciben su osito lo toman con amor y con cariño, como si estuviera su ser querido. Siento que es donde se cierra el ciclo para ellos, porque ahora es totalmente diferente, ahorita ya no hay un proceso, el Covid-19 es muy tajante”, finaliza.
Imágenes tomadas de Reporte Indigo
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