La posibilidad de administrar insulina sin inyecciones ha sido, durante décadas, uno de los grandes retos médicos en el tratamiento de la diabetes.
Hoy, este objetivo podría estar más cerca de hacerse realidad gracias a una investigación desarrollada en China que propone una forma totalmente distinta —y no invasiva— de llevar la insulina al torrente sanguíneo: aplicándola directamente sobre la piel.
[Puedes leer: Chip cerebral que devuelve el habla: así funciona el nuevo implante que será probado en humanos]
La barrera de la piel: el gran obstáculo durante 40 años
La piel es extremadamente eficaz como mecanismo de protección. Sus capas están diseñadas para impedir que sustancias grandes e indeseadas entren al organismo, lo que representa un desafío enorme cuando hablamos de medicamentos como la insulina, que supera ampliamente el límite de 500 daltons que la piel es capaz de permitir.
Por esta razón, los tratamientos actuales dependen de métodos que perforan la piel en mayor o menor grado: jeringas, bombas subcutáneas, microneedles, electroporación o ultrasonido. Aunque algunos son más cómodos que otros, ninguno deja de ser invasivo.
[Quizá te interese: Cómo la música podría reducir hasta 39% el riesgo de demencia, según la ciencia]
El polímero OP: una molécula que se “adapta” a cada capa de la piel
El estudio, publicado en la revista Nature, describe un polímero llamado OP, diseñado específicamente para atravesar esta barrera natural sin dañarla. Su función radica en algo sorprendente: cambia su comportamiento según el pH de cada capa de la piel.
- En el estrato córneo, la superficie más externa y ácida, mantiene una estructura resistente que evita ser repelido.
- En la epidermis y dermis, donde el pH es neutro, el polímero se vuelve más flexible y menos adhesivo, lo que le permite deslizarse y transportar moléculas grandes —como la insulina— hasta el torrente sanguíneo.
Esta capacidad de “adaptarse” al entorno es lo que podría abrir la puerta a un nuevo tipo de terapia transdérmica.
Pruebas exitosas en animales: insulina administrada como una crema
Para evaluar el polímero, los investigadores aplicaron una formulación transdérmica de insulina en dos modelos animales:
- Ratones con diabetes tipo 1, donde la glucosa bajó hasta niveles normales tras aplicar una dosis de 116 unidades por kilogramo.
- Minicerdos, con una dosis menor (29 unidades por kilogramo), que también normalizaron sus niveles de azúcar.
Lo más relevante es que en ambos casos la insulina llegó al torrente sanguíneo sin perforar la piel, algo que ningún método había logrado hasta ahora sin usar agujas o microagujas.
Según los autores, este avance no solo podría evitar las inyecciones para personas con diabetes, sino también servir como plataforma para administrar otros medicamentos basados en proteínas o péptidos.
[Otro tema de interés: Revertir hígado graso: Cinco consejos para prevenir diabetes y obesidad]
¿Cuánto falta para usarlo en humanos?
A pesar del entusiasmo, los investigadores advierten que el OP todavía está en fase experimental. Se requieren estudios sobre seguridad, dosificación, eficacia a largo plazo y pruebas clínicas en humanos antes de pensar en su disponibilidad comercial.
Sin embargo, el hallazgo representa un paso importante hacia un tratamiento más cómodo, accesible y menos invasivo para quienes viven con diabetes.
Otros avances que buscan eliminar las inyecciones
La búsqueda de alternativas a las agujas está ocurriendo en varios lugares del mundo. Un ejemplo reciente es el implante experimental de células pancreáticas modificadas con la técnica CRISPR en una persona con diabetes tipo 1. Estas células produjeron insulina durante meses sin necesidad de medicamentos inmunosupresores.
Aun así, estos tratamientos siguen siendo costosos y personalizados. Por eso, un método transdérmico como el desarrollado en China podría ofrecer una solución más simple y escalable para millones de pacientes.
Con información de Nature