Antes de abrir los ojos intenta esto: levanta un brazo y empieza a estirar cada uno de los dedos; después, la mano, luego la muñeca y la extremidad entera.
Antes de abrir los ojos por la mañana, intenta esto: levanta un brazo y empieza a estirar cada uno de los dedos; después, la mano, luego la muñeca y la extremidad entera. Haz lo mismo del otro lado. A continuación, extiende los dedos de los pies, los pies, los tobillos y las piernas. Termina con un estiramiento de cuello y espalda que te impulse a salir de entre las sábanas.
Esto hará que los músculos y articulaciones entren en calor y que el flujo sanguíneo en el organismo aumente, a la vez que lleva una dosis de oxígeno a todos los tejidos. Estírate cuan largo eres en la cama.
Según la psicóloga Amy Cuddy, de la Universidad Harvard, esta “postura de poder” imita a la de los valientes, así que te sentirás con más confianza durante el resto de la jornada.
Cuando la luz natural del amanecer entra a tu habitación, le envía señales al cerebro para que disminuya la producción de melatonina y estimule la de cortisol; con estas dos acciones te espabilas. Los rayos solares no solo hacen que te pongas en pie de inmediato.
Una investigación de la Universidad Northwestern descubrió que las personas que se exponen a la luz brillante moderada por la mañana, tienen un índice de masa corporal significativamente más bajo que quienes lo hacen a una hora posterior.
Investigaciones de la Universidad Estatal de San Francisco muestran que concentrarse en los buenos momentos nos hace sentir más contentos con la vida. Michelle Gielan, experta en psicología positiva y autora de un libro al respecto, sugiere que, con objeto de empezar bien tus días, tomes dos minutos a fin de anotar todos los detalles que puedas recordar de un suceso gratificante del día anterior.
“Los buenos eventos de ayer pueden ser el combustible de la felicidad de hoy”, asevera. Esto también podría repercutir en tu salud general: un estudio halló que los pacientes con dolor crónico que realizaron esta actividad por seis meses pudieron reducir su consumo de analgésicos.
Los científicos indican que hacer ejercicio antes de consumir alimentos hace que el organismo queme más grasa y la transforme en energía, en lugar de hacerlo con los carbohidratos provenientes de la comida.
En un estudio publicado en Journal of Physiology, los participantes que entrenaron tras desayunar subieron de peso (al igual que las personas del grupo de control que no tuvieron actividad física); en cambio, quienes lo hicieron con el estómago vacío no ganaron kilos.
Además, una investigación de la Universidad de Vermont demuestra que hacer ejercicio durante 20 minutos mejora el estado de ánimo, y el fruto de esta acción puede durar hasta 12 horas. Querrás gozar de este impulso a lo largo del día.
Dúchate con agua fría. Un creciente número de investigaciones demuestra que tolerar temperaturas bajas en la mañana puede hacer que disminuya la grasa corporal, que el sistema inmunitario se fortalezca, que tengas más vigor e incluso una mayor resistencia al dolor en general.
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, es conocido por su informal estilo de vestir: siempre usa pantalones de mezclilla y una camiseta gris. Él prefiere reservar su brío mental para las decisiones importantes, en lugar de estresarse eligiendo su atuendo, explicó a Independent.
Aunque no puedas salir de casa en jeans a diario, podrías simplificar tu guardarropa con conjuntos que combinen.
Cualquiera que tenga hijos sabe que hay pocas situaciones tan estresantes como despertar a un niño. No obstante, es una de las pocas ocasiones en las que un padre puede estar con un ser que aún es vulnerable.
Según un experimento de la Universidad de Notre Dame, los infantes que reciben muchas caricias afectuosas conforme crecen, llegan a ser adultos menos ansiosos; estudios anteriores señalan que quienes reciben muchos abrazos lidian mejor con los resfriados y tienen una presión arterial más baja.
Escoge canciones animadas que te gusten a ti y a los demás, y hazlas sonar mientras te arreglas. Si alguien toca un instrumento, la mañana es el momento perfecto para practicar, pues prepara el cerebro para el aprendizaje.
Una investigación de la Universidad Johns Hopkins descubrió que tanto interpretar como escuchar música contribuye a fortalecer el rendimiento académico en 16 frentes distintos, incluyendo la concentración y la memoria. Estos son 11 beneficios ocultos que la música te da.
No, no una cerveza: agua. Dormir significa estar unas ocho horas sin recibir hidratación; quizá por eso te sientes fatigado cuando suena la alarma. “Se ha demostrado que beber agua helada estimula el metabolismo, pues el organismo necesita llevar al líquido a la temperatura corporal durante la digestión”, puntualiza la nutricionista Erin Palinski-Wade.
La fruta potenciará la acción de la bebida anterior. “La vitamina C presente en el limón y otros cítricos fortalece tu sistema inmunitario, te protege de los radicales libres dañinos, ayuda a mantener la piel sin arrugas y puede mejorar el proceso digestivo.
Asimismo, la acidez del jugo de limón fortalece la del estómago, que sirve como una barrera química que impide la presencia de patógenos”, explica Roxanne B. Sukol, especialista en medicina preventiva en el Cleveland Clinic’s Wellness Institute.
Todos deben tener cuidado de no consumir azúcar en exceso. Sin embargo, un estudio efectuado en la Universidad de Barcelona demostró que los hombres y mujeres sanos que tomaban una bebida con cafeína y azúcar antes del desayuno tenían mayor capacidad de atención y mejor memoria verbal que quienes iniciaban el día únicamente con cafeína o ingiriendo solo productos dulces.
El desayuno es la comida más importante del día. ¿Por qué no hacerla dos veces? Una investigación publicada en la revista Pediatric Obesity dio seguimiento al peso y a los patrones alimenticios del desayuno de 580 estudiantes durante dos años.
Descubrieron que aquellos que se mantenían en ayunas, con frecuencia mostraron mayores probabilidades de padecer de sobrepeso u obesidad en contraste con quienes desayunaban doble (es decir, una vez en casa y otra en la escuela).
Moraleja: si comes más en la mañana, será menos factible que se te antoje un tentempié poco saludable en la noche, cuando resulta más difícil quemar calorías.
Parece extraño, pero si quieres disminuir tu consumo calórico, dale vuelta al pan con mantequilla o a las papas al horno con sal. El chef Devin Alexander dice que “cuando das el bocado así, el sabor de los alimentos llega a tu lengua de inmediato y los disfrutas más”.
En última instancia, esto significa que puedes deshacerte de la mitad de la sal y mantequilla que agregas, ingredientes que inflaman el abdomen.
A mucha gente le aterra enfrentar una nueva jornada, comenta Steve Orma, psicólogo clínico. Pero si lo primero que haces es agradable, te será mucho más fácil ponerte en marcha. “Puede ser meditar, tomar café y leer tu blog o periódico preferido a la par, etcétera. Escoge actividades que disfrutes y te permitan iniciar el día con el pie derecho”, sugiere Orma.
En un estudio llevado a cabo en 2015, los investigadores le pidieron a un grupo de participantes que vieran solamente tres minutos de noticias positivas enfocadas en buscar soluciones (por ejemplo, la historia de un hombre de 70 años que logró aprobar el examen final de bachillerato tras haberlo reprobado en múltiples ocasiones).
Estos participantes tuvieron un 27 por ciento más probabilidades de reportar que su día había sido “feliz” al poco tiempo, en comparación con quienes habían visto noticias negativas en la mañana. Gielan, autora del experimento, también citó evidencia sustancial sobre la manera en que los estados de ánimo negativos afectan el rendimiento laboral.
¡Listo! Has mejorado tu humor, tu salud y tu productividad, todo antes de salir de casa. Ya estás listo para arrasar con los pendientes de hoy y con los de toda la semana.
¿Lo Sabías?
