¿Introvertido o extrovertido? Quizás eres ambivertido y no lo sabías
Su capacidad para adaptarse a diferentes situaciones y equilibrar la introversión con la extroversión los convierte en personas versátiles y resilientes.
¿Te ha pasado que disfrutas tanto de una reunión social como de una tarde en soledad? Si es así, podrías ser un ambivertido. Este tipo de personalidad, que equilibra rasgos de introversión y extroversión, es más común de lo que piensas. Según la Dra. Darrielle Allen, psicóloga, en un artículo de Cleveland Clinic, los ambivertidos representan a dos tercios de la población, aunque a menudo pasan desapercibidos porque no encajan en los extremos.
A veces, puede resultar reconfortante etiquetar las cosas como una cosa u otra: correctas o incorrectas, por naturaleza o por crianza, por el lado izquierdo o derecho del cerebro. Nos gusta clasificar el mundo en categorías claras, como si la vida fuera un rompecabezas con piezas que encajan perfectamente.
Pero en la vida real, las cosas no siempre son tan simples como blanco y negro. La realidad suele ser más compleja, con tonos de gris y matices que desafían las etiquetas. Y esto también es cierto en lo que respecta a los tipos de personalidad. Mientras que algunas personas son clásicamente introvertidas o extrovertidas, muchas otras se encuentran en un punto intermedio.
En este artículo, exploramos qué significa ser ambivertido, sus características y por qué esta personalidad es tan versátil y adaptable.
Un ambivertido es alguien que se encuentra en el punto medio del espectro de personalidad, entre la introversión y la extroversión. Mientras que los introvertidos recargan energía estando solos y los extrovertidos la obtienen de la interacción social, los ambivertidos pueden sentirse cómodos en ambos escenarios.
“Los ambivertidos son flexibles y adaptan su comportamiento a las exigencias de la situación”, explica la Dra. Allen. “Pueden prosperar en un entorno social animado, pero también disfrutan de momentos tranquilos a solas para recargar energías”.
Aunque los ambivertidos no son necesariamente mitad introvertidos y mitad extrovertidos, su personalidad puede inclinarse hacia un lado u otro dependiendo del contexto. La Dra. Allen describe dos tipos comunes de ambivertidos:
Los ambivertidos son difíciles de etiquetar porque su comportamiento varía según el entorno. Sin embargo, hay algunos rasgos que los definen:
“La gente a veces percibe a los ambivertidos como indecisos porque no encajan perfectamente en la categoría de ‘introvertido’ o ‘extrovertido’”, añade la Dra. Allen. “En realidad, su flexibilidad es una fortaleza que les permite adaptarse a diversos entornos”.
Aunque la ambiversión es el tipo de personalidad más común, no siempre se refleja en las pruebas de personalidad tradicionales, como el Indicador de Tipo Myers-Briggs o la Prueba de Personalidad Big Five. Incluso la mayoría de los ambivertidos no están exactamente en el medio de la escala, por lo que sus resultados suelen inclinarse hacia un lado u otro.
La Dra. Allen sugiere que, más allá de las pruebas, la autorreflexión es clave para entender tu tipo de personalidad. “Las pruebas de personalidad pueden proporcionar información útil, pero no son definitivas. Escuchar tus propias necesidades y preferencias es igualmente importante”.
Los ambivertidos son un ejemplo perfecto de cómo la personalidad no siempre encaja en categorías rígidas. Su capacidad para adaptarse a diferentes situaciones y equilibrar la introversión con la extroversión los convierte en personas versátiles y resilientes. Si te identificas con esta descripción, ¡celebra tu flexibilidad! Ser ambivertido es una fortaleza que te permite navegar por la vida con equilibrio y adaptabilidad.