Luis Vaca Domínguez, investigador del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, desarrolló un sistema portátil de diagnóstico molecular que utiliza microarreglos y luz para detectar moléculas alteradas en fluidos humanos. Estas moléculas pueden indicar el desarrollo de enfermedades crónicas, como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares o padecimientos infecciosos.
Aunque aún se encuentra en desarrollo, este sistema podría tener el potencial de revolucionar la medicina preventiva. Al permitir detectar enfermedades antes de que se presenten los síntomas, podría ayudar a mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades crónicas.
El sistema funciona mediante microarreglos altamente sensibles a la luz. Una vez que se coloca una muestra de fluido humano en el sistema, se identifica la presencia de moléculas alteradas a través de un proceso de amplificación de ADN. Los resultados de la prueba se pueden visualizar en un teléfono inteligente.
Consta de dos componentes principales: un cartucho desechable que contiene la muestra a analizar y un lector que identifica los genes de interés. El lector utiliza un sistema de iluminación patentado por la UNAM para proyectar una imagen de los genes en la pantalla del teléfono inteligente. Un software analiza la imagen y determina los genes presentes en la muestra.
Este sistema puede detectar genes involucrados en una amplia gama de enfermedades, incluidas enfermedades cardíacas, respiratorias, infecciosas y parasitarias. Por ejemplo, se puede utilizar para identificar el subtipo de la influenza con gran precisión. El diagnóstico tarda entre 20 segundos y un minuto y medio, dependiendo del caso.
Con un prototipo listo, dos patentes para la UNAM y más de 15 años de trabajo en este proyecto que conjunta conocimientos de Medicina, Química, Física y Computación. El investigador fue galardonado con el primer lugar del Premio CANIFARMA en la categoría Investigación Tecnológica.
En sus palabras, Vaca Domínguez cree que la medicina predictiva es el futuro de la atención médica. “Se calcula que 80 por ciento de las personas en el mundo cuentan con un teléfono inteligente, pero apenas el 20 por ciento de ellas tiene acceso a servicios de salud de calidad. ¿Por qué no aprovechar esta popular tecnología al alcance de nuestras manos para acceder a una mejor atención médica?”
El investigador, explicó que el sistema podría integrarse como una funda para el móvil, cuando se logre reducir y adelgazar su tamaño (en parte voluminoso por la batería) lo que lo haría más portátil y asequible. También podría utilizarse para realizar diagnósticos moleculares en comunidades remotas, donde no hay acceso a electricidad.
Con información de: Dispositivo universitario identifica genes para prevenir enfermedades
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