Jogging es correr a poca velocidad y con ritmo, esta práctica que en algunos países se ha llamado footing, ha crecido espectacularmente en los últimos tiempos. Es esencial adaptar el ejercicio a nuestras circunstancias para que sea verdaderamente aconsejable. En general, el jogging produce efectos beneficiosos sobre el organismo, pero puede estar contraindicado en personas que tengan problemas en las articulaciones, hipertensión o una enfermedad coronaria; su médico le dirá si puede hacer jogging a un ritmo más tranquilo de lo habitual.
Jogging playero
En verano puede ser agobiante; en cualquier caso, ten presente que correr por la arena seca es difícil y requiere mayor esfuerzo. Si vas por la arena mojada de la orilla, podrás mantener el ritmo constante.
Incluye agua y azúcar en tu equipo
La ropa variará con base en el clima y la persona, pero ha de ser cómoda. El calzado debe tener calidad y estar previsto especialmente para esta práctica, con una medida un poco generosa: los pies se dilatan al correr y los calcetines suelen ser gruesos. Gorro o cinta, facultativos, a tu comodidad. Para completar el equipo es conveniente llevar agua y azúcar. La primera para compensar la pérdida de agua por el sudor, la otra por si aparecen signos de fatiga excesiva.
El ritmo del aerobic
Parece que el término se popularizó a raíz de un libro sobre el tema escrito por Jane Fonda, gran defensora, practicante y promotora de este tipo de gimnasia, y se refiere a la mayor cantidad de oxígeno que se consume en esta actividad. Mezcla de gimnasia y danza, el aerobic se desarrolla a ritmo rápido y al compás de la música. Es muy importante que la respiración se adpate tanto a la música como al propio ritmo cardiaco. El aerobic aumenta la elasticidad y la resistencia, pero es una disciplina fuerte; no podrás seguirla si no estás bien entrenada en otro tipo de ejercicio y gozas de excelente salud.