Juegos Olímpicos de Tokio siguen en pie pese al coronavirus
El vicepresidente de Japón opina que los Juegos Olímpicos están “malditos”, pues cada 40 años sucede algo que hace posponerlos o cancelarlos.
En este 2020, la pandemia de coronavirus Covid-19 tiene en jaque la organización de los Juegos por segunda vez en Tokio, después de que sí se celebraron en 1964.
Por ahora, el Comité Olímpico Internacional (COI) no quiere “tomar medidas drásticas” y los juegos siguen esperando la fecha de inicio, y Japón parece destinado a sufrir cada vez que albergue la justa de verano.
Desde la primera edición de la era moderna, en 1896 en Atenas, los Juegos Olímpicos de verano se han disputado cada cuatro años, excepto los de Berlín en 1916, suspendidos por la Primera Guerra Mundial, Helsinki en 1940 y Londres en 1944 suspendidos por la Segunda Guerra Mundial.
Aunque las capitales alemana, finlandesa y del Reino Unido los albergarían más tarde, en 1936, 1952 y 1948, respectivamente.
Inicialmente, los Juegos Olímpicos de 1940 se otorgaron a Tokio, pero en un telegrama fechado el 16 de julio de 1938 el miembro del COI de Japón Togukawa Soyeshima anunció que, debido a las prolongadas hostilidades sin perspectivas de paz inmediata, se decidió cancelar la cita olímpica.
Posteriormente, la sede cambió a Helsinki, aunque en abril de 1940 se les retiró porque era imposible su celebración debido a la situación internacional.
Conflictos bé
Un ataque terrorista en la Villa Olímpica el 5 de septiembre provocó la suspensión durante 36 horas de los Juegos.
Once miembros del equipo olímpico israelí fueron secuestrados por el comando terrorista palestino Septiembre Negro.
Los terroristas asesinaron a dos atletas y después al resto tras un intento fallido de liberación. Sin embargo, se decidió que los juegos debían continuar.
El atentado del 28 de julio de 1996 en el Parque Olímpico del Centenario de Atlanta, Estados Unidos, con dos muertos y 111 heridos, provocó también un aplazamiento de 24 horas, pero la justa olímpica no se aplazó.
En 1976, algunos países africanos no participaron en los Juegos de Montreal en respuesta a la actuación de Nueva Zelanda, que había violado el boicot internacional a Sudáfrica, entonces aún bajo el apartheid.
La invasión soviética de Afganistán impulsó a Estados Unidos y a otros 64 países aliados a no viajar a los Juegos de Moscú en 1980, lo que redujo el número de participantes a 81, la cifra más baja desde Melbourne en 1956.
Los exsoviéticos respondieron de igual forma cuatro años más tarde en Los Ángeles 84, y no estuvieron junto a otras 14 naciones del bloque del Este.
Los países que boicotearon estos Juegos organizaron los Juegos de la Amistad ese mismo agosto.
En Seúl 88, Corea del Norte presionó al COI para organizar una edición conjunta con su país vecino del Sur, pero ante la negativa del máximo organismo olímpico llamó a boicotear los juegos y esta renuncia fue apoyada únicamente por Cuba, Nicaragua, Albania y Etiopía.
En Río 2016 algunos deportistas expresaron su preocupación por la amenaza del virus Zika, una enfermedad que se transmitía por la picadura de un mosquito, pero los Juegos se celebrarían sin problemas.
“Es deseable celebrar los Juegos Olímpicos en un ambiente donde todos se sientan seguros y felices. Pero eso no es algo que solo Japón pueda decidir. No tendría sentido si otras naciones no pudieran enviar a sus atletas”, mencionó Taro Aso, vicepresidente de Japón.
El Comité Olímpico Internacional señaló el martes que no había necesidad de “ninguna decisión drástica en esta etapa”, pues los Juegos Olímpicos se inaugurarán hasta el 24 de julio.