El mito de los koalas y el desamor: ¿Poesía o ciencia?
Una imagen con una frase se ha hecho viral en redes sociales y que ha enternecido a miles: “Los koalas no insisten si los rechazan: duermen hasta olvidar el desamor”. La idea de estos tiernos marsupiales recurriendo al sueño para sanar un corazón roto suena poética, y muchos se han identificado con ella. Pero, ¿qué tan cierta es esta afirmación? ¿De verdad los koalas utilizan el sueño como un bálsamo para sus penas sentimentales?
Lamentamos informar a nuestra querida audiencia que no, los koalas no duermen por tristeza ni desamor. Esta creencia nace del imaginario popular y se ha convertido en un meme, pero no tiene una base científica real.
La verdadera razón detrás del sueño profundo de los koalas
Sí es un hecho que los koalas duermen muchísimo, y que en época de apareamiento, si son rechazados, dejan de insistir. Pero estos dos comportamientos no están correlacionados por una cuestión emocional. La verdad detrás de su prolongado sueño es puramente científica y responde a una adaptación evolutiva para su supervivencia.
La razón principal por la que los koalas duermen tanto se debe a su dieta basada en hojas de eucalipto. Este alimento es muy bajo en calorías y, por lo tanto, requiere que su metabolismo sea extremadamente lento para conservar energía. Además, el sistema digestivo de los koalas necesita una gran cantidad de tiempo para procesar las toxinas presentes en el eucalipto. Así, en lugar de gastar energía, estos animales pasan la mayor parte del día dormidos: no es por amor, sino por una necesidad vital de supervivencia.
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¿Cuánto tiempo de su vida pasa dormido un koala?
Los koalas son verdaderos campeones del sueño en el reino animal. En promedio, un koala duerme entre 18 y 22 horas al día. Esto significa que pueden pasar hasta el 90% de su vida dormidos.
Si consideramos que un koala puede llegar a vivir entre 10 y 18 años en libertad, esto implica que casi la totalidad de esos años los pasarán en un profundo letargo. Este hábito de sueño extremo es una adaptación evolutiva que les permite conservar la energía necesaria para digerir su difícil dieta y evitar el sobreesfuerzo físico en su entorno.
La ciencia supera a la fábula
Así que, aunque la imagen del koala olvidando a su “ex” mientras duerme es adorable y nos invita a la reflexión poética, la verdad es que simplemente están echando una siesta… muy, muy larga. Su comportamiento de sueño está dictado por la biología y las demandas energéticas de su dieta, no por las penas del corazón.
Es importante recordar que, si bien podemos empatizar con los animales, es crucial basar nuestro conocimiento en información científica para entender verdaderamente su comportamiento y necesidades.