Amigos y familiares no podían creer su muerte repentina; el joven estaba bien de salud. O eso parecía. El deceso súbito quedó aclarado tras la necropsia...
La enfermedad de Chagas está considerada la parasitosis más grave en América, pero a pesar de ello es un problema desatendido. México es un país con alta incidencia.
Los amigos y familiares de Julio César López* no podían creer su muerte repentina; el joven de unos 38 años estaba bien de salud. O eso parecía. El deceso súbito quedó aclarado tras la necropsia: Julio César tuvo un problema cardíaco debido a que padecía la enfermedad de Chagas, mal que históricamente ha sido considerado un severo problema de salud en áreas rurales de México, América Central y Sudamérica.
La insuficiencia cardiaca está al alza en México
Este padecimiento no puede abordarse sin hacer mención de la enfermedad de Chagas —también llamada ‘enfermedad de la pobreza’ — un tema desconocido casi en todo el mundo, tanto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la contempla dentro de la lista de las principales enfermedades desatendidas.
La enfermedad de Chagas (o trypanosomosis americana) es una infección sistémica causada por triatominos ( Trypanosoma cruzi o mejor conocida como chinche ‘besucona’ o ‘chupadora’). Después de picar, la chinche defeca. Los parásitos
que causan la enfermedad de Chagas se encuentran en las heces del triatomino. Por lo general las personas se rascan, lo que ocasiona que una pequeña cantidad de heces junto con los parásitos entren al torrente sanguíneo.
La importancia de esta enfermedad radica en su alta prevalencia, su incurabilidad, las grandes pérdidas económicas por incapacidad laboral y la muerte repentina de personas aparentemente sanas.
“Este mal azota a personas de clase baja, quienes son infectados con este parásito y 10 o 20 años después desarrollan una cardiopatía tan importante que pueden necesitar hasta un trasplante” explica Adolfo Chávez Mendoza, maestro en Ciencias de la salud internacional por la Universidad de Medicina Charité de Berlín.
A esta enfermedad ya no se le considera de la pobreza, sino de la migración, pues los movimientos poblacionales han modificado el perfil epidemiológico de esta enfermedad y la han convertido en un riesgo mundial, pues los casos ya no se circunscriben al área rural de los países endémicos, sino que cada vez son más frecuentes en las áreas urbanas y en el extranjero.
“Existe registro de pacientes en países como Japón y Australia, lo que significa que los casos han migrado de países endémicos y esas naciones ya tienen el problema” explica el especialista.
Se calcula que alrededor del mundo 10 millones de personas están infectadas con este parásito. “Es un número muy importante, pues hablamos de más de la población de países como Suiza”.
Aunque la incidencia anual es de 50 mil casos, el número podría ser más elevado, pues infinidad de personas no reciben atención médica.
En México, según estimaciones epidemiológicas realizada por la OMS, hasta el 40 por ciento de las personas infectadas puede manifestar enfermedad cardiaca con manifestaciones muy severas, discapacidad temprana y muerte prematura.
El cinco por ciento de los infectados (unas 2,500 personas) muere durante la fase aguda, es decir, en la parte inicial de la enfermedad.
Quienes sortearon la fase aguda alcanzan la indeterminada o crónica. “Son portadores que en el 40 por ciento de los casos pueden desarrollar enfermedad cardiovascular dos o tres décadas después, y de ese porcentaje, un 15 por ciento desarrollará una forma grave de enfermedad cardiaca que los puede llevar a la muerte a través de arritmias e insuficiencia cardiaca”.
Esto significa que 15 mil personas padecen Chagas y ya presentan manifestaciones cardiovasculares.
Según datos del 2015 de la OMS, México ocupa el tercer lugar de enfermedad de Chagas con 117 mil casos —después de Argentina (376 mil casos) y Brasil (231 mil)— un dato muy relevante, pues se consideraba que en México la incidencia no era tan elevada.
Un estudio de 2015 evaluó las diferentes causas de insuficiencia cardiaca y se descubrió que la de peor evolución es la provocada por la enfermedad de Chagas. “Quienes la padecen tuvieron peor evolución en mortalidad y en costos”.
La OMS y la Universidad de Charité en Berlín realizaron un análisis de costos y hallaron que medidas de prevención como la adquisición de un insecticida alcanza, por casa, 164 dólares, mientras que el tratamiento de una persona infectada puede ascender hasta los 39 mil 652 dólares por persona.
“Si calculamos el costo anual del tratamiento del 15 por ciento de las personas que desarrollaron la enfermedad es una cifra impagable, así que debe trabajarse desde la prevención, pero si el problema ya existe hay que ofrecerle al paciente alternativas para la disminución de costos en temas de discapacidad, calidad de vida y mortalidad” dijo Adolfo Chávez Mendoza de la Clínica de Insuficiencia cardiaca del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.
Hasta hace poco se creía que el problema se circunscribía a los estados del sur, pero se han documentado casos en la Ciudad de México, específicamente en la alcaldía de Tláhuac.
México es un país endémico para la enfermedad de Chagas, pues dos terceras partes del territorio pueden ser consideradas en riesgo de transmisión vectorial, es decir que 1,100,000 individuos podrían estar infectados con Trypanosoma cruzi y
29’500,000 en riesgo de contraer la infección.
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