La expresión facial es una parte fundamental de la comunicación humana. A través de ella, transmitimos emociones, sentimientos e intenciones. Sin embargo, hay personas que experimentan una reducción en su expresión, una condición conocida como hipomimia.
La hipomimia, también llamado animia o, mas coloquialmente, “síndrome máscara” es un problema motor que impide a la persona expresar emociones a través de su rostro. Esta es una característica habitual en pacientes con Parkinson.
¿Qué es la hipomimia?
La hipomimia es una condición médica que se caracteriza por la reducción o ausencia de la expresión facial. Las personas con hipomimia tienen dificultad para mover los músculos faciales, lo que limita su capacidad para expresar emociones como alegría, tristeza, sorpresa o enojo.
Suele acompañarse de otros problemas motores en la cara como: ojos más abiertos, disminución de la frecuencia del parpadeo, alteraciones en la expresión verbal o habla y problemas para tragar.
Incluso, algunos autores han relacionada la hipomimia con la posición entreabierta de la boca y el babeo característico de los enfermos de Parkinson, uno de los síntomas que provocan mayor rechazo entre los pacientes.
Esta falta de expresión de las emociones puede ser fuente de frustración, aislamiento social y deterioro de la calidad de vida de estos pacientes.
Causas de la hipomimia
Además del Parkinson, la hipomimia también se puede dar en los siguientes casos:
- Enfermedades neurológicas: como la parálisis cerebral, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Huntington.
- Trastornos psiquiátricos: como la depresión, la ansiedad o la esquizofrenia.
- Efectos secundarios de medicamentos: algunos medicamentos antipsicóticos y antidepresivos pueden tener como efecto secundario la hipomimia.
- Traumatismos faciales: pueden dañar los nervios que controlan los músculos faciales.
- Causas congénitas: en algunos casos, la hipomimia puede estar presente desde el nacimiento.
Consecuencias de esta enfermedad
La hipomimia puede tener un impacto significativo en la vida de las personas que la padecen. Algunas de las consecuencias incluyen:
- Dificultad para comunicarse: La falta de expresión facial puede dificultar la comunicación no verbal, lo que puede generar malentendidos y frustraciones.
- Aislamiento social: Las personas con hipomimia pueden sentirse incómodas en situaciones sociales y evitarlas, lo que puede conducir al aislamiento social.
- Depresión y ansiedad: La dificultad para expresar emociones puede afectar la autoestima y la salud mental.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa subyacente. Pero de acuerdo al portal In pacientes, la hipomimia responde muy bien al tratamiento dopaminérgico (por ejemplo con levodopa) y como tratamiento complementario se podría añadir: la fisioterapia facial, la terapia ocupacional y los ejercicios de fonación (voz, pronunciación, articulación de las palabras), ya que los profesionales pueden orientar a realizar masajes y ejercicios específicos para ejercitar y fortalecer la musculatura de la cara. Eso sí el médico indicará cual es el mejor tratamiento para cada persona.
- La información proporcionada en este artículo no es un sustituto de la atención médica profesional.
- Si tienes alguna inquietud sobre tu salud, consulta a tu médico.